Casper Ruud, doble finalista en Roland-Garros (2022, 2023), dominó el sábado al número uno del mundo, Novak Djokovic, por 6-4, 1-6, 6-4 y se clasificó así para la final del Masters 1.000 de Montecarlo, donde se enfrentará a Stefanos Tsisipas. “Solo podía jugar hasta cierto punto, de lo contrario sabía que sería imposible ganar. Tuve suerte de ganar el primer set, sobre todo porque hasta entonces nunca le había quitado ni un solo set”, comentó el noruego de 25 años. “Gracias a eso, incluso después de perder el segundo set sabía que todavía podía ganar”, explicó.
De hecho, en cinco encuentros hasta entonces, el último en la final de Roland-Garros del año pasado, Djokovic siempre había ganado y nunca había perdido ni un solo set contra Ruud. El noruego de 25 años, que también disputó la final del US Open en 2023, consiguió su mejor resultado en Montecarlo, una semifinal perdida contra Andrey Rublev en 2021. Jugará su segunda final de Masters 1000 tras la perdió en Miami en 2022.
Djokovic comenzó el partido dejando escapar su tiro, un intercambio de breaks a mitad del set no cambió nada, Ruud mantuvo la ventaja hasta el final. Al inicio del segundo set, Djokovic dio señales de cansancio: jadeaba como un buey al cambiar de bando y, entre peloteos, buscaba la sombra que, poco a poco, iba mordisqueando la cancha. Y aunque la temperatura bajó significativamente, Djokovic dominó el segundo set con cabeza y hombros, aprovechando la generosidad de su oponente, incluidas varias dobles faltas cruciales.
Contra todo pronóstico, y cuando el frescor del final del día empezaba a envolver la cancha, el viento volvió a cambiar y fue Ruud quien se escapó por 3-0. Pero, con la ayuda del público que en ocasiones empezó a apoyarlo ruidosamente, Djokovic se recuperó hasta situarse en 4-4. El serbio sirvió en 4-5 para mantenerse en el juego pero solo pudo conceder su tiro por última vez y terminar el partido. Antes de enfrentarme a Tsitsipas, “intentaré pasar una buena noche y estar lo más preparado posible para la final”, aseguró Ruud.