El proyecto de ley para proteger Internet finaliza su recorrido parlamentario en la Asamblea el miércoles, donde debería ser ampliamente adoptado aunque algunas sean reservadas, entre temores por las libertades públicas y falta de ambición en la supervisión de los sitios pornográficos. Ampliamente aprobado por los diputados en octubre, este texto que pretende regular el “Salvaje Oeste” digital, en palabras del ponente Paul Midy (Renacimiento), tuvo que ser reescrito cuidadosamente para responder a las exigencias de la ley europea.
La Comisión Mixta (CMP), que reúne a una delegación de diputados y senadores, se reunió finalmente a finales de marzo y el texto fue aprobado en gran medida en el Senado el 2 de abril (302 a favor, 2 en contra, 36 abstenciones), antes de volver a la votación. Asamblea para esta votación final. Acoso cibernético, estafas en Internet, discursos de odio, accesibilidad de sitios pornográficos a menores… todos ellos flagelos a los que el proyecto de ley destinado a asegurar y regular el espacio digital (SREN) intenta dar respuesta.
Basado en la normativa europea sobre servicios y mercados digitales, el texto tiene como hilo conductor la “protección de los ciudadanos, de los niños y de las empresas”, afirmó en octubre Jean-Noël Barrot, entonces ministro delegado de Digital. Si se había abstenido durante la primera lectura en octubre, la Agrupación Nacional votará esta vez en contra, según el diputado Aurélien López-Liguori. En cuestión, la inclusión en el texto de un delito de desacato en línea castigado con una “multa agraviada fija” de 300 euros. «Creemos que esto es inconstitucional y un ataque a las libertades de los franceses», explica.
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Este delito de desacato en línea – suprimido en la Asamblea antes de ser incluido en el texto del CMP – permitirá sancionar el hecho de «difundir en línea cualquier contenido que atente contra la dignidad de una persona o presente un carácter insultante, degradante o humillante». carácter hacia él, o crea una situación intimidatoria, hostil u ofensiva contra él”. Un “delito vago” que “deroga (…) la ley de 1881”, alarma a la asociación de defensa de las libertades digitales La Quadrature du net.
La Francia insumisa volverá a votar en contra del texto. Presentará una moción de rechazo destinada a acortar su examen al inicio de los debates en el hemiciclo y está preparando un recurso ante el Consejo constitucional, afirma la diputada del LFI por Loira Atlántico, Ségolène Amiot. Blanco de sus críticas, el delito de desacato en línea, pero también la normativa sobre los “Jonum”, juegos con objetos digitales monetizables, en la frontera entre los videojuegos y los juegos de azar. El texto establece un nuevo marco legal más flexible que el existente para “los juegos de azar y el azar” y autorizará, con carácter excepcional, las ganancias en criptomonedas regulándolas. “¡Estamos poniendo un gran pie en la puerta! (…) Jonum debería estar sujeto a la regulación de los juegos de azar”, critica Ségolène Amiot.
Varios diputados también lamentan, al unísono con asociaciones feministas y de protección de menores, un texto con ambiciones reducidas en lo que respecta a la regulación de las plataformas de vídeos pornográficos. En aras del cumplimiento de la legislación europea, el poder regulador de Arcom sobre los sitios que no impiden a los menores acceder a sus contenidos sólo afectará a las plataformas establecidas en Francia o fuera de la Unión Europea, perdiendo la mayor parte de su objetivo.
Y también es fuertemente criticada la idea de confiar a Arcom la responsabilidad de construir una “referencia” que defina la forma en que las plataformas deben hacerlo. “Esto es lo que los sitios quieren para ahorrar tiempo”, exclama la ex presidenta de Atrévete al Feminismo, Céline Piques. La mayoría también tuvo que abandonar esencialmente su plan para facilitar la eliminación del anonimato en Internet, ante la hostilidad del gobierno. El texto sólo prevé dar acceso a una “identidad digital” a todos los franceses que lo deseen de aquí a 2027, sin exigir a los internautas que la tengan para abrir una cuenta en las redes sociales.