A unos cientos de kilómetros del frente donde luchan ucranianos y rusos, Rumania observa preocupada cómo se desarrolla la guerra. Bucarest, miembro de la OTAN, ha redoblado sus esfuerzos en los últimos dos años para modernizar su defensa.
Y como informó el diario rumano Adevarul, el Ministerio de Defensa quiso esta vez desarrollar su arsenal jurídico a principios de abril presentando un proyecto de ley que permitiría al país intervenir militarmente fuera del territorio para “proteger a los ciudadanos rumanos en peligro”. .
En detalle, esta ley propone, entre otras cosas, que el presidente del país pueda ordenar, a propuesta del Primer Ministro, una intervención exterior en caso de amenazas, y con la aprobación del Consejo de Defensa Nacional. Esta ley cuenta con el apoyo del nuevo ministro rumano de Defensa nombrado el pasado mes de noviembre, el general Gheorghita Vlad.
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En febrero, en una entrevista con el medio Europa Libera Rumania, pidió una mejor preparación de la población rumana para una posible guerra, afirmando que Vladimir Putin “no se detendrá” en Ucrania. «Si gana en Ucrania, el principal objetivo será la República de Moldavia», afirmó. Por lo tanto, el artículo del proyecto de ley que prevé un posible despliegue exterior se refiere implícitamente a los ciudadanos rumanos de Moldavia, que hoy suman varios cientos de miles de los 2,5 millones de habitantes del país.
Moldavia ha sido escenario de un conflicto congelado desde 1992 y de la secesión de Transnistria, donde alrededor de 1.500 soldados rusos han estado estacionados desde entonces y representan un riesgo militar. El país es el objetivo de la “interferencia” rusa que “aumenta a medida” que el país avanza “hacia la integración en Europa”, advirtió recientemente la presidenta moldava, Maia Sandu. Ucrania también alberga una gran comunidad rumana, principalmente en el oeste del país, en las provincias de Chernivtsi y Zakarpatia.
El proyecto de ley presentado por el gobierno rumano también prevé una mejor evaluación de la “amenaza híbrida”, así como la creación de un Centro de Mando Militar Nacional que será responsable de coordinar todas las Fuerzas de Defensa, incluidas las tropas de la OTAN desplegadas en Rumania. Francia, en particular, está desplegando actualmente más de mil soldados en el país en el marco de la Operación Águila.
“Este punto [del proyecto de ley] refleja las responsabilidades que Rumania ha asumido como miembro de la [OTAN], subrayando su firme compromiso con las relaciones internacionales y la cooperación en materia de seguridad”, subraya a este respecto Adevarul. Revelando esta inversión, el actual Jefe de Estado rumano, Klaus Iohannis, anunció el martes su candidatura para suceder a Jens Stoltenberg al frente de la Alianza Atlántica.
Por parte moldava, se acogió con satisfacción el anuncio de este proyecto de ley. “La tendencia hacia la consolidación del ámbito de la defensa en el continente europeo es absolutamente clara. Y nuestra vecina y fiel amiga Rumania no es una excepción. El gobierno moldavo permanecerá atento a todos los avances de este proyecto de ley”, declaró el portavoz del gobierno, Daniel Voda, citado por el semanario Moldavskié Vedomosti y citado por Courrier International.
En Transnistria, el diputado Andreï Safonov reaccionó al diario ruso Nezavisimaïa Gazeta declarando que “las tropas rumanas se están preparando para invadir territorios que Bucarest considera históricamente pertenecientes a su esfera de influencia”. Según este responsable prorruso, citando el reciente acuerdo de defensa establecido entre París y Chisinau, el ejército rumano podría emprender una operación “con los franceses”.