La ley de las series continúa para la empresa americana. Un avión de Southwest Airlines se vio obligado a dar media vuelta el domingo por la mañana poco después del despegue. La máquina acababa de despegar de Denver (Colorado), en Estados Unidos, para dirigirse al sur, hasta Houston (Texas). Fue entonces cuando la capota que protegía el motor derecho del Boeing 737-800 se desprendió parcialmente del avión a una altitud de más de 3.140 metros.
En imágenes del incidente que se han viralizado en las redes sociales, el piloto anuncia un “regreso inmediato” a la puerta de embarque. Casi 30 minutos después del despegue, el vuelo 3695 de Southwest aterrizó sin dificultades en su punto de partida, a las 8:15 hora local (16:15 hora francesa). Como medida de seguridad, el avión fue remolcado hasta la puerta de embarque. Los 135 pasajeros y su equipaje fueron transportados a bordo de otro avión, sanos y salvos, antes de llegar a Houston cuatro horas más tarde de lo previsto originalmente.
En las redes sociales, la compañía estadounidense se disculpó después de que uno de los pasajeros gritara: «Lamentamos mucho cualquier preocupación causada esta mañana». El canal estadounidense ABC News también difundió imágenes del capó desgarrado golpeando los costados del motor, aún sujeto al ala, en su antena.
Ante la magnitud de la protesta, Southwest declaró que equipos de mantenimiento estaban examinando el avión, que entró en servicio en junio de 2015. Sin embargo, se negó a precisar la fecha de la última operación de mantenimiento del motor. Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha abierto una investigación para conocer las causas de este incidente, según informa Reuters. Ya interrogó a los seis miembros de la tripulación del vuelo, quienes explicaron que “el capó se cayó durante el despegue y golpeó el flap”, que se utiliza para reducir la velocidad de la máquina.
Este incidente es el último de una larga serie que involucra al fabricante estadounidense. Desde principios de año se han producido decenas de incidentes a bordo de aviones Boeing. El último fue el jueves por la noche, cuando otro Boeing 737 de Southwest que tenía previsto despegar del aeropuerto Lubbock Preston Smith en Texas fue cancelado justo antes del despegue después de que la tripulación informara de problemas en el motor. El piloto menciona “sobrecalentamiento de los frenos” y “un incendio en el motor izquierdo”.
La más impactante sigue siendo, sin duda, la del 5 de enero. Ese día, durante un vuelo de Alaska Airlines, se desprendió el tope de una puerta, arrancando parte de la cabina y provocando heridos. Al día siguiente, la compañía pagó 1.500 dólares a cada uno de los pasajeros del vuelo para “cubrir todos los gastos relacionados” provocados por el incidente. Por tanto, es difícil saber cuándo saldrá Boeing de su zona de turbulencias…