“Estoy cansado de que tarde tanto porque ya llevamos cuatro años hablando de ello. Hago un llamado a la UCI para que avance. Sé que David Lappartient (presidente de la Unión Ciclista Internacional) está a favor. Vamos”, declaró el holandés Richard Plugge, que perdió a sus dos estrellas, Wout Van Aert y Jonas Vingegaard, en rápida sucesión tras graves caídas.
“Los problemas no se resolverán en una semana. Así que es mejor empezar ahora mismo, añadió. Disponemos de una solución preparada con SafeR (un organismo creado por la UCI). Pero todo el mundo frena, ya sea por razones de ego o políticas. Ya hemos recibido suficientes señales de advertencia”.
Recomienda en primer lugar “mirar cómo se organizan las carreras”. “Los equipos se han vuelto enormemente profesionales pero algunos organizadores se están quedando atrás. Démosles también a ellos los medios para desarrollarse, al igual que a los comisarios de carrera. ASO (que organiza en particular el Tour de Francia y la París-Roubaix) y Flanders Classics hacen un trabajo muy bueno, pero otros no tanto”, insistió.
“Aplaudo la iniciativa de la ASO de cambiar el enfoque hacia la Brecha de Arenberg. Es valiente. Buena o mala solución, no importa. Al menos las cosas se están moviendo”, afirmó de nuevo en vísperas de la París-Roubaix, donde los organizadores instalaron una chicane a la entrada del famoso sector adoquinado.