El Hezbolá libanés y su aliado, el movimiento Amal, anunciaron el viernes la muerte de cinco de sus miembros en bombardeos israelíes en el sur del Líbano, cerca de la frontera con Israel. Desde el sangriento ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, se han producido intercambios de disparos diarios en la frontera israelí-libanesa entre el ejército israelí y Hezbolá, que dice apoyar al movimiento islamista palestino en su guerra contra Israel en Gaza.
Hezbolá, proiraní, ataca posiciones militares israelíes y lugares cerca de la frontera. Israel responde con bombardeos en territorio libanés, principalmente en el sur, en particular llevando a cabo ataques selectivos contra funcionarios de Hezbollah y Hamas. El viernes, Hezbolá lamentó en un comunicado la muerte de dos de sus combatientes en bombardeos israelíes, sin dar más detalles. Al mismo tiempo, reivindicó nueve nuevos ataques contra posiciones del ejército israelí en el Norte. El movimiento Amal afirmó que dos de sus miembros habían sido asesinados.
Según la Agencia Nacional de Noticias Libanesa (ANI), tres personas murieron en un ataque israelí contra un centro de Amal en Jdeidet Marjayoun, en el sur del Líbano, a unos diez kilómetros de la frontera, y otras dos en un ataque similar en la ciudad fronteriza de Aïta el-Chaab. Avichay Adraee, portavoz del ejército israelí, declaró en la plataforma X que la fuerza aérea había bombardeado infraestructuras de Hezbolá, incluido «un edificio militar en Aita el-Chaab».
En un discurso televisado el viernes, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo que su movimiento aún no había utilizado sus armas «principales» en la batalla. Reiteró que Hezbollah detendría sus ataques cuando la guerra “se detenga en Gaza”.
Al menos 355 personas han muerto en el Líbano, entre ellas 234 combatientes de Hezbolá, 15 combatientes de Amal, pero también al menos 68 civiles, en intercambios de disparos desde hace casi seis meses, según un recuento de la AFP. En el norte de Israel, en la frontera con el sur del Líbano, diez soldados y ocho civiles murieron según el ejército.