El Ministerio de Defensa ruso afirmó el miércoles que había observado un “aumento significativo” del reclutamiento desde el mortal atentado del 22 de marzo contra una sala de conciertos cerca de Moscú, asegurando que estos nuevos reclutas querían “vengar” a las víctimas. Los centros de reclutamiento “han registrado un aumento significativo en el número de personas que desean firmar contratos (…) durante la última semana y media”, dijo el ministerio, que corresponde al período desde que el ataque al Ayuntamiento de Crocus dejó al menos 144 muerto el 22 de marzo.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó este atentado, el más mortífero en Rusia en veinte años. Pero las autoridades rusas, encabezadas por el presidente Vladimir Putin, persisten en establecer un vínculo entre Ucrania y el ataque, aunque Kiev rechaza estas acusaciones. Según el ministerio, los nuevos reclutas, en las entrevistas, “indicaron que su principal motivación para firmar el contrato era el deseo de vengar a las víctimas de la tragedia” en el Ayuntamiento de Crocus. “En total, alrededor de 16.000 ciudadanos firmaron contratos para participar en la operación militar especial durante los últimos diez días”, afirmó en un comunicado publicado en Telegram, utilizando el eufemismo impuesto por el Kremlin para calificar la ofensiva en Ucrania.
Desde principios de año, “más de 100.000 personas ya se han registrado bajo contrato en las fuerzas armadas”, añadió el ministerio. “Esto es una prueba más del alto nivel de movilización en nuestra sociedad y de su consolidación en torno al presidente Putin”, celebró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante su rueda de prensa diaria. La campaña de reclutamiento se lleva a cabo continuamente a través de las redes sociales y, en particular, gracias a carteles colocados en las calles, para promocionar el ejército y prometer condiciones especialmente atractivas a los futuros soldados.
A finales de diciembre, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, se fijó el objetivo de “aumentar el número de soldados bajo contrato” hasta “745.000 personas” de aquí a finales de 2024, para un total de 1,5 millones de soldados. Al mismo tiempo, Rusia lanzó el lunes su campaña de reclutamiento militar de primavera, que afecta a decenas de miles de jóvenes de entre 18 y 30 años. El ejército asegura que estos nuevos reclutas no serán enviados a Ucrania pero la campaña, que se organiza dos veces al año, llega en un momento en el que muchos rusos temen una nueva movilización. El Kremlin, sin embargo, repite por su parte que no prevé tal decisión, después de más de dos años de ofensiva contra el vecino ucraniano.