Judith Suminwa Tuluka, ministra de Planificación, es nombrada primera ministra de la República Democrática del Congo, según un anuncio oficial emitido el lunes en la televisión nacional, poco más de tres meses después de las elecciones del 20 de diciembre ganadas por el presidente saliente Félix Tshisekedi.

La primera mujer nombrada jefa del gobierno de la República Democrática del Congo, Suminwa Tuluka, sucede a Jean-Michel Sama Lukonde, Primer Ministro desde febrero de 2021, quien dimitió el 21 de febrero. De unos 50 años, con un máster en economía, tendrá que aplicar los compromisos del segundo mandato de Félix Tshisekedi, en un contexto de seguridad que sigue tan tenso como siempre.

En el poder desde enero de 2019, Félix Tshisekedi, de 60 años, fue reelegido en gran medida el 20 de diciembre para un segundo mandato de cinco años, obteniendo más del 73% de los votos en unas elecciones generales calificadas de “farsa” por la oposición.

Los partidos que lo apoyan también obtuvieron más del 90% de los escaños en la Asamblea Nacional, lo que le da total libertad para seguir sus políticas. Durante la campaña electoral, el presidente saliente pidió a sus compatriotas que le concedieran un nuevo mandato para “consolidar los logros” del primero, destacando en particular la educación primaria gratuita.

Prometió crear puestos de trabajo, diversificar la economía y desarrollar la agricultura, continuar su plan de desarrollo para el Congo profundo, proteger el poder adquisitivo de los hogares… Porque, aunque tiene un subsuelo inmensamente rico en minerales, la República Democrática del Congo sigue siendo una de las naciones más pobres del mundo. mundo, con dos tercios de su población (alrededor de 100 millones de habitantes) viviendo por debajo del umbral de pobreza.

Las Naciones Unidas también estiman que alrededor de siete millones de personas están “desplazadas internamente” debido a conflictos, particularmente en el Este, que ha estado plagado de violencia armada durante tres décadas. Desde el inicio de su primer mandato, Félix Tshisekedi había prometido hacer todo lo posible para restablecer la paz, lo que no consiguió. La situación se ha deteriorado incluso en Kivu del Norte, víctima desde hace más de dos años de una nueva rebelión del “M23” (“Movimiento 23 de Marzo”) que, con el apoyo de la vecina Ruanda, se apoderó de amplias zonas de la provincia.