Oleksandr Usyk es el nuevo rey indiscutible del peso pesado. El ucraniano ganó el choque cumbre del sábado en Riad (Arabia Saudita) contra Tyson Fury, hasta entonces invicto en la categoría reina de los pesados. Una victoria por puntos (115-112, 114-113, 113-114) tras doce asaltos de dureza absoluta y que permite al boxeador del Este (22 victorias en 22 peleas) reunir ahora todos los cinturones mundiales (CMB, OMB , FIB y AMB).

Usyk debe esta coronación en gran parte a una secuencia increíble en el noveno asalto, cuando Fury parecía tener la pelea en sus manos contra un oponente que, sin embargo, había intentado mucho, avanzando constantemente hacia su impresionante oponente en defensa. Pero a treinta segundos del final del asalto, Usyk asestó un enorme golpe de izquierda en la cabeza del británico antes de seguir con una lluvia de golpes devastadores.

Aturdido, Fury intentó esquivarlo lo mejor que pudo antes de ir, tambaleándose pero milagrosamente aún en pie, a encontrar refugio en las cuerdas donde su retador lo golpeó en todas direcciones. Una secuencia increíble que empujó al árbitro a descartar al hasta entonces maestro indiscutible de los pesos pesados. El punto de inflexión en un partido que el propio Fury calificó de “excepcional” y que marcará la historia del noble arte durante mucho tiempo.

El resumen completo de la pelea se puede encontrar a continuación.