Le Figaro Niza
Después de 15 años al frente del Ayuntamiento de Niza sin haber aumentado los impuestos de sus ciudadanos, Christian Estrosi (Horizons) se prepara, quiera o no, para hacerlo. El miércoles, durante el consejo municipal dedicado al debate de orientación presupuestaria, el concejal confirmó que el impuesto sobre bienes inmuebles aumentaría alrededor de un 6% para las propiedades construidas, un 4% para las segundas viviendas, y que los tipos para las propiedades no construidas en zonas edificadas aumentaría del 32% al 38%. De media, esto corresponde a 12 euros adicionales al mes para los nizales, lo que permitirá a la comunidad, al mismo tiempo, recuperar algo más de 50 millones de euros.
Este esfuerzo exigido a los propietarios también podría preocupar a algunos inquilinos: podrían ver este aumento de impuestos reflejado en su alquiler. Esta no es la primera. En la vertiente metropolitana, nuevamente presidida por Christian Estrosi, el año pasado se votó un aumento del impuesto sobre la eliminación de residuos domésticos y en 2018, esta misma comunidad creó un nuevo impuesto metropolitano sobre el suelo edificado.
Por lo tanto, los equipos del municipio de Niza trabajaron duro antes y después del debate para aprobar la píldora. Inicialmente fue un fracaso, con una conferencia de prensa desierta una semana antes. Aún quedó diluido en los medios locales. Y luego, fue imposible escapar cuando llegó el momento.
Así, Christian Estrosi habló sin cesar, con numerosos documentos justificativos, para justificarse en un contexto en el que sus oponentes siguen persiguiéndolo por su gestión financiera. «No seré el alcalde que da la espalda a los nizales cuando más lo necesitan, asumo la elección de esta recuperación», insistió. Se describió así mismo como un “intervencionista” que aboga por “una política del corazón que tiene un coste”. “Mi cultura política no es ni Thatcher ni Reagan, es Pompidou, De Gaulle, Bonaparte”, puntualizó su diatriba.
Con él, la mayoría se defiende así de querer mantener un «alto nivel de servicio público» y presenta un presupuesto comprometido de 120 millones de euros. Para el alcalde, se trata de una “perfecta continuidad” de su modelo. Promete así que no aumentarán los precios de los comedores, de las recepciones de ocio, de las entradas a la piscina y de los museos, del préstamo de bibliotecas o incluso de las sesiones para personas mayores en forma. Tampoco perderá un centavo en materia de seguridad, prometió. En un contexto de creciente morosidad, “la seguridad tiene un costo pero no tiene precio”, añadió. El “contexto excepcional” inflacionario también fue esgrimido al mismo tiempo que un desliz en el consejo departamental, la eminencia del enemigo Éric Ciotti. Según el magistrado jefe, el departamento «se aleja de la vida de los nizales».
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Por unanimidad, las oposiciones denunciaron esta elección, que para ellos no se entiende tanto en el mantenimiento de los servicios públicos locales, sino más bien en los grandes proyectos deseados por Christian Estrosi. La controvertida destrucción del teatro nacional y del centro de convenciones vuelve a estar sobre la mesa para ampliar el flujo verde, o incluso la celebración de grandes eventos.
Una «carrera frenética hacia proyectos costosos e inútiles», para la líder de los ecologistas de Niza, Juliette Chesnel-Le Roux, para quien «los impuestos sólo podrían aumentar». “Una política de dedos mojados y un oportunismo sin igual”, se burló Valérie Delpech, elegida Reconquête!, que todavía lo considera una “barbarie fiscal”. Una elección para “evitar ser puesto bajo tutela”, según Bernard Chaix, elegido “ciottiste”.
Éric Ciotti, que tiene la vista puesta en el ayuntamiento en 2026, también emitió un comunicado de prensa «solemnemente» pidiendo a su antiguo mentor que «se rindiera». Para él, “este proyecto insoportable” revela “el peso de una deuda abismal” y defiende en cambio “la reducción de los gastos de funcionamiento” del municipio.
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Ante estos ataques, «los mismos desde hace 15 años», desestimó como siempre Christian Estrosi, insistió en el hecho de que Niza tiene la fiscalidad más baja de todas las demás grandes ciudades francesas. “¡Depende del valor del alquiler!”, exclamó el representante electo de Los Verdes, Jean-Christophe Picard. “Votarán en contra, no importa”, dijo el concejal, seguro de su línea. Se necesita un argumento para oponerse. Respondo que se trata de un presupuesto que refuerza la credibilidad de Niza.