Ante el “altísimo nivel de amenaza terrorista”, se requiere rigor en esta Semana Santa para los cristianos y a medida que se acerca la Pascua. Mientras el sistema Vigipirate era elevado, a finales de la semana pasada, a su nivel máximo de “ataque de emergencia”, el ministro del Interior envió este jueves un telegrama a todos los prefectos. En esta misiva, que Le Figaro pudo consultar, Gérald Darmanin pide el establecimiento de una “vigilancia reforzada” en torno a los lugares de culto para las misas, oficios y viacrucis organizados hasta el 31 de marzo.
Para garantizar las vacaciones de Semana Santa, el ministro insiste en un “control visual” de las personas que acuden a los lugares de culto para “detectar personas sospechosas”. La atención de las fuerzas del orden también debe centrarse en los “vehículos estacionados cerca de lugares de reunión o de culto”. Por último, prevenir el riesgo de ataque exige limitar «el número de accesos a los lugares de culto», sin «obstaculizar la rápida evacuación de los fieles» si fuera necesario. “En los lugares más sensibles, se deben desplegar recursos en coordinación con las fuerzas de la Operación Centinela”, especialmente entrenadas para hacer frente a la amenaza terrorista.
Tras el ataque a Moscú – que dejó 143 muertos – reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, Francia se puso en alerta máxima ante la amenaza de ataques. «4.000 soldados adicionales» están puestos «en alerta» además de los 3.000 ya desplegados en el marco de la Operación Centinela, declaró el lunes el jefe de Gobierno, Gabriel Attal. «La amenaza terrorista islamista es real, es fuerte» y «nunca se ha debilitado», añadió durante una visita a la estación de Saint-Lazare en París. «Nuestra movilización es evidentemente total para afrontarlo», «actuamos en todas partes para asfixiarlo» con el despliegue de «medios excepcionales en todo el territorio».