Cuatro acusados ​​en el proceso por el asesinato del opositor de izquierda tunecino Chokri Belaïd en 2013 fueron condenados a muerte, en la primera sentencia dictada en este caso que conmocionó al país, anunció el miércoles un magistrado en la televisión nacional. -centro judicial de terrorismo.

En total, 23 personas fueron acusadas del asesinato en su coche y delante de su casa, el 6 de febrero de 2013, de este abogado de 48 años, virulento crítico del partido islamoconservador Ennahdha, entonces en el poder en Túnez. Después de 15 horas de deliberaciones y 11 años de investigaciones y procedimientos judiciales, el tribunal de primera instancia de Túnez también condenó a dos acusados ​​a cadena perpetua, anunció en directo Aymen Chtiba, fiscal general adjunto del centro judicial antiterrorista.

También se dictaron penas de prisión de 2 a 120 años para otros acusados, mientras que cinco personas fueron absueltas aunque siguen acusadas en otros casos. Aunque el sistema de justicia tunecino sigue dictando periódicamente condenas a muerte, especialmente en casos de terrorismo, desde 1991 se aplica una moratoria de facto. Los yihadistas aliados con el grupo Estado Islámico (EI) se atribuyeron la responsabilidad del asesinato de Chokri Belaïd, así como de la del diputado Mohamed Brahmi, de 58 años, otra figura de la oposición de izquierda, seis meses después.

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Las autoridades tunecinas anunciaron en febrero de 2014 la muerte de Kamel Gadhgadhi, considerado el principal autor del asesinato de Chokri Belaïd, durante una operación antiterrorista. Chokri Belaïd y Mohamed Brahmi se opusieron a las políticas de Ennahdha, un movimiento que dominó el Parlamento y el gobierno durante diez años después de la revolución tunecina de 2011, hasta un golpe de Estado del actual presidente Kais Saïed el 25 de julio de 2021 mediante el cual se otorgó plenos poderes. .

Estos dos asesinatos conmocionaron a Túnez y constituyeron un punto de inflexión para este país, cuna de la Primavera Árabe, entonces en plena transición democrática, al provocar una profunda crisis política, al final de la cual Ennahdha tuvo que ceder el poder a un gobierno de tecnócratas en 2014.