El RER C, cuyas cifras de regularidad son malas desde hace muchos meses y que fue víctima de un grave incidente el 18 de marzo, verá mejorar su servicio «a partir de las vacaciones de Semana Santa» gracias a la contratación, prometió el martes Valérie Pécresse. Esta línea, la más larga de la red Isla de Francia, tuvo una regularidad del 84,4% en febrero, el segundo peor ratio entre todos los RER, detrás del RER B (84,1%).
La regularidad medida por Île-de-France-Mobilités (IDFM), presidida por Valérie Pécresse, evalúa el porcentaje de trenes que circulan durante las horas punta, en relación con el número de trenes encargados por la autoridad. El objetivo marcado es llegar al menos al 90%. El 18 de marzo, un fallo eléctrico en una caja de señales de la estación de Austerlitz paralizó el tráfico durante unas dos horas en una parte de la línea.
“Esto debe parar, la línea debe recuperar su fiabilidad y su robustez”, criticó Valérie Pécresse, visitando las instalaciones del RER C para evaluar el plan de recuperación puesto en marcha por la SNCF. El RER C es el cuarto más transitado con 540.000 viajeros al día. Será, sobre todo, “la columna vertebral” de los Juegos Olímpicos, ya que prestará servicio a varios lugares de Versalles (equitación, pentatlón) y Saint-Quentin-en-Yvelines (ciclismo en pista, BMX, bicicleta de montaña, golf).
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También tendrá la función de descargar las líneas 9 y 10 del metro que no están diseñadas para atender simultáneamente los eventos ubicados en Roland-Garros y el Parque de los Príncipes. Para el periodo olímpico, el RER C es, por tanto, una de las líneas más reforzadas con entre un 60% y un 70% de trenes adicionales. Por ello, SNCF Transilien se ha comprometido a contratar un 10% más de conductores porque “si esta línea ha sufrido tanto es porque le faltaban 50 conductores”, recordó Valérie Pécresse. “Estarán todos allí después de las vacaciones de Pascua”, se alegra Valérie Pécresse.
El sitio de mantenimiento también se fortalecerá con la contratación de 20 trabajadores permanentes adicionales y 20 trabajadores temporales. El material rodante tiene una media de 31 años en esta línea, pero el principal problema reside más bien en la obsolescencia de la red. “El fallo del interruptor, que se produjo el lunes pasado, es absolutamente raro y SNCF Réseau se compromete a que el interruptor sea ahora completamente fiable”, insistió Valérie Pécresse. Según ella, “a partir de las vacaciones de Semana Santa la gente debería ver la diferencia”. El próximo miércoles, el IDFM deberá votar un nuevo plan director para el RER C durante su consejo de administración, que prevé importantes inversiones en la red para los próximos años.