Una operación de comunicaciones realizada a toda velocidad… ¿Para nada? “Todos los presos se reían mucho detrás de la televisión”, confió un recluso de Marsella a France Info este miércoles 20 de marzo, dos días después de una primera redada en los distritos del norte de la ciudad de Marsella para luchar contra el tráfico de drogas.
Este sistema se tradujo en 98 detenciones “y unas sesenta detenciones policiales”, anunció Emmanuel Macron, presente el martes, quien anunció que estas operaciones de “red cuadrada XXL” se lanzarían en una decena de ciudades francesas más.
En Marsella, se espera que la operación dure varias semanas. Se desplegarán 900 policías, gendarmes y funcionarios de aduanas. “No cambia mucho”, dice al teléfono desde su celda este preso de treinta años, “condenado a una dura pena por tráfico de drogas y blanqueo de dinero”, afirma la radio pública.
Para este hombre que se presenta como “alta posición” en el tráfico local, la operación de “limpieza” sólo se hace “para los medios de comunicación, para mostrar que [la policía] está presente, que están haciendo su parte. En detalle, se incautaron menos de diez kilos de cannabis. Este miércoles por la mañana, el tráfico se reanudó en las ciudades de Marsella, como constató Le Figaro.
El narcotraficante, que siguió la operación entre sus cuatro paredes, explica que el corazón del reactor del narcotráfico “pasa en prisión”. Durante sus operativos, la policía “hace un pequeño recorrido de 15 o 20 minutos y con un poco de suerte atrapan al pequeño “smutman” o al de la bolsa, pero nada más”.
En este universo donde “hay mucho dinero” y donde “mucha gente quiere alimentarse, tener su porcentaje”, el recluso anticipa que la sangre seguirá manando a raudales en “determinados puntos del trato”. “Algunos están dispuestos a morir para proteger su propiedad. Es la guerra, es la jungla”, concluye. En 2023, en Marsella, 48 personas perdieron la vida en la guerra entre traficantes. Un record.