Desde abril de 2023, la asociación protectora de animales Paris Animaux Zoopolis (PAZ) ha lanzado nada menos que 45 peticiones en línea para que la marca deportiva Decathlon deje de “vender peces y cangrejos vivos” para que sean “torturados” en el contexto de pesca en vivo. Existe una petición para cada tienda que ofrece estos productos a la venta. De media, recogieron entre 20.000 y 30.000 firmas. Se trata de un éxito para PAZ, que también ha constatado que el Decathlon de Montpellier ya ha retirado de sus estanterías los acuarios que contenían cangrejos. Sin embargo, la victoria es sólo parcial para la asociación, ya que la tienda de Montpellier todavía vende cangrejos vivos, pero ahora en bandejas, según la reciente publicación de PAZ sur X.

En la petición difundida a través de esta publicación, PAZ se dirige esta vez a los “responsables de Decathlon” para que pongan fin a la comercialización de “animales vertebrados vivos”, que, según la web de la asociación “sienten sufrimiento” y tienen “riqueza emocional ”, así como una “vida social compleja”. En Decathlon, por ejemplo, puedes comprar una cucaracha por 60 céntimos de euro que te servirá como cebo.

El diccionario en línea de la lengua francesa define la pesca viva como una “técnica de pesca con cebo vivo”. Más concretamente, la práctica consiste en clavar un anzuelo en la espalda o en la boca de un vertebrado para atraer a un depredador que lo cogerá. En Francia, uno de cada dos pescadores practica esta actividad al menos una vez al año, según un estudio del Ifop de 2021 encargado por PAZ. Esta proporción equivale a unas 750.000 personas. Según el sitio web de la asociación, los cebos vivos perforados pueden sufrir “durante horas” y la extracción “brutal” del agua “aterroriza” a los peces antes de provocar su asfixia.

“La pesca del cangrejo, y más en general el uso de cebo, es una práctica autorizada y regulada”, defiende Decathlon a Le Figaro. El gigante deportivo francés nos dice que comercializa estos cebos (cebos sujetos al anzuelo, ndr.) en algunas de sus tiendas para “satisfacer la demanda local”. En efecto, la pesca existe en todos los departamentos del territorio, los compradores están presentes en toda Francia, explica a Figaro Amandine Sanvisens, cofundadora de PAZ. También detalla que alrededor de “un tercio de las aproximadamente 300 tiendas” Decathlon en Francia venden pescado vivo.

“Si dejamos de vender cangrejos, quienes están acostumbrados a esta práctica los obtendrán por otros canales”, argumenta la marca. En cuanto a los empleados de la tienda Decathlon de Montpellier, prefirieron no comentar al respecto, ya que sus superiores estaban ausentes en el momento de la entrevista.

En febrero de 2022, el diputado Pierre-Yves Bournazel (Horizons) propuso prohibir la pesca viva en Francia. El mismo año, la Comisión Europea expresó su negativa a prohibir esta práctica en Europa. En noviembre de 2023, el expediente volvió a la Asamblea con un proyecto de ley presentado por el diputado del LFI por Ródano Gabriel Amard con el objetivo de prohibir la práctica.

Esta suma de iniciativas forma parte de un “movimiento que no podemos impedir” y de un “enfoque que pretende simplemente prohibir la pesca”, denuncia a Le Figaro Claude Roustan, presidente de la Federación Nacional de Pesca (FNPF). Pero dicho movimiento no tiene “ninguna posibilidad” de triunfar, afirma, porque se enfrenta, sostiene, a una actividad cultural “ancestral y casi “bíblica””, que agrupa a más de 1,5 millones de personas. Sin embargo, las denuncias contra los departamentos de pesca de Decathlon pueden perjudicar “nuestra práctica”, reconoce Claude Roustan. Finalmente, a medida que los señuelos que se venden en los lineales se vuelven cada vez más sofisticados, cada vez menos pescadores utilizan cebo vivo, señala.

Por el momento, Decathlon ha retirado los cebos vivos de algunas de estas tiendas, como en Carcasona, pero no se ha tomado ninguna decisión a nivel nacional.