Las imágenes son aterradoras: una quincena de cadáveres, acribillados a balazos, ensangrentados, tirados en la carretera de una de las principales arterias de uno de los barrios de Puerto Príncipe hasta ahora conservados: Pétion-Ville. Es el último lugar donde los haitianos aún pueden caminar sin temor a ser secuestrados o asesinados por una bala perdida. Los bancos permanecieron abiertos allí mientras que en otros barrios de la ciudad, todos los establecimientos bancarios bajaron el telón, siendo total el control de las bandas. Los residentes informan que durante la noche del domingo al lunes, grupos armados invadieron los barrios de Laboule y Thomassin, en las alturas de Pétion-ville.

Según Le Nouvelliste, varias residencias privadas fueron saqueadas en la misma zona. Los mafiosos saquearon sistemáticamente sus residencias, a menudo lujosas. Altos cargos de la administración haitiana fueron el blanco de este saqueo: Vomar Demesyeux, juez del Tribunal Superior de Cuentas, por ejemplo. Un banco, una gasolinera y comercios privados fueron los objetivos de estos ataques. Lo que más llama la atención de lo que denuncian los vecinos de estos barrios es la ausencia de reacción policial. Según Le Nouvelliste, un residente local vio un tanque de policía que intentaba dirigirse a Thomassin. Pero no pudo llegar hasta allí, bloqueado por los controles colocados por matones en las calles que conducen al barrio.

Ya el viernes, un viento de pánico soplaba en el distrito de Pétion-Ville. Un testigo, que prefiere permanecer en el anonimato, informa que hacia las dos de la tarde, “un rumor de una manifestación procedente de Delmas provocó una reacción inmediata. Todas las tiendas bajaron sus cortinas de hierro, el tráfico se detuvo y todos intentaron llegar a sus casas lo más rápido posible. Una vez más los vecinos denuncian la ausencia total de policías en las calles. “El único policía visible era el que estaba de guardia frente a la comisaría”, informa un residente decepcionado.

El colectivo de bandas creado a finales de febrero, que se hace llamar Viv Ansamm, había prometido en un comunicado de prensa que organizaría un mercado en Pétion-Ville, lo que probablemente avivó el pánico el viernes. Pero ahora, la actividad funeraria de las bandas en Pétion-Ville ha quedado demostrada con el descubrimiento de los cadáveres del Panamerican.

El viernes por la noche, la Policía Nacional de Haití intentó una operación en el bastión de Jimmy Chérizier, alias Barbecue. Esta es la zona baja de Delmas. Pero su único objetivo era desbloquear las carreteras y no intervenir contra Jimmy Chérizier.

En la zona portuaria, sobre la que las autoridades haitianas afirmaban haber recuperado el control desde hacía una semana, se produjeron varios saqueos de contenedores. El más dramático: un contenedor de Unicef ​​que contenía material médico destinado a niños que padecen enfermedades graves y cuyos cuidados están muy cuestionados por la situación. En un comunicado de prensa, el representante de Unicef ​​en Haití declaró que “privar a los niños de productos médicos vitales mientras el sistema de salud está colapsado es una violación de sus derechos fundamentales. Este incidente ocurre en un momento crítico, cuando los niños más lo necesitan”.