Constance Marten, la aristócrata juzgada por la muerte de su bebé durante una carrera que fascinó a los británicos, defendió el miércoles su decisión de dormir en una tienda de campaña con su hija en pleno invierno, afirmando que «Jesús sobrevivió en un granero». Ante el tribunal penal de Old Bailey, donde testifica desde el pasado jueves, la acusada, de 36 años, heredera de una familia históricamente cercana a la familia real, afirmó que esa era la única manera de evitar que Victoria, que está a unos pocos días de edad, para que no se la arrebataran los servicios sociales.

«Haré todo lo posible para proteger a mi hijo y evitar que este abominable sistema se lo lleve», explicó, subrayando que hubiera «preferido estar en una cama suntuosa en un palacio» que en una tienda de campaña.

Preguntada sobre estas noches pasadas en South Downs, una cadena montañosa en el sur de Inglaterra, a mediados de enero, dijo: “Jesús sobrevivió en un granero”. «En todo el mundo la gente vive en estas condiciones» o «sin calefacción central», añadió.

En enero de 2023, la fuga de esta joven y su compañero Mark Gordon, un hombre de 49 años que cumplió una condena de 20 años de prisión por violación en Estados Unidos, fue noticia en los medios británicos. Fueron detenidos el 27 de febrero de 2023 en Brighton (sur de Inglaterra) tras semanas de huida frenética, durmiendo en hoteles, en tiendas de campaña y gastando cientos de libras para viajar en taxis por todo el país. El cuerpo de Victoria fue encontrado el 1 de marzo en una bolsa de supermercado dejada dentro de un cobertizo. A la pareja, que vivía apartada de la sociedad, ya le habían quitado a sus otros cuatro hijos.

Constance Marten afirmó repetidamente ser «una madre excelente», pero según el fiscal, la pareja estaba «terriblemente mal preparada» para cuidar de un bebé. A finales de la semana pasada, el aristócrata también explicó que la pareja esperaba salir del Reino Unido y que estaban buscando a alguien que pudiera llevarse al bebé al extranjero inicialmente.

Están siendo juzgados, entre otras cosas, por asesinato por negligencia, ocultación del nacimiento de un niño y crueldad hacia un niño. Se declararon inocentes. La autopsia no pudo determinar la causa exacta de la muerte del bebé, pero durante el juicio se planteó la posibilidad de que Constance se hubiera quedado dormida sobre ella sin darse cuenta.