Los funcionarios electos del conservador estado de Luisiana, en el sur de Estados Unidos, aprobaron definitivamente el jueves 23 de mayo un proyecto de ley que penaliza la posesión de pastillas abortivas sin receta. El texto, aprobado por el Senado y la Cámara de Representantes de Luisiana, clasifica las píldoras abortivas como sustancias peligrosas, una novedad en el país. Se espera que el gobernador republicano Jeff Landry la promulgue como ley.

Esta votación llega en un momento en que la cuestión del aborto y los derechos reproductivos es uno de los temas clave de la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre, que enfrentarán al presidente demócrata Joe Biden con el republicano Donald Trump. El proyecto de ley coloca a la mifepristona y al misoprostol, ampliamente utilizados para el aborto, al mismo nivel que Valium y Xanax. La posesión de estas pastillas sin receta se castigaría con penas de cárcel y varios miles de dólares en multas. Los médicos autorizados estarían exentos de ser procesados, al igual que las mujeres embarazadas si poseyeran el medicamento para su propio uso.

La vicepresidenta Kamala Harris calificó la legislación de “desmedida” el martes. “Seamos claros: es por Donald Trump”, añadió. El expresidente fue el artífice de la revocación de la Corte Suprema sobre el aborto en 2022, tras la cual muchos estados prohibieron o restringieron el derecho al aborto. Por tanto, Luisiana prohíbe casi todos los abortos.

La Corte Suprema examinó un caso relacionado con la mifepristona en marzo, y la mayoría de sus jueces parecieron resistirse a restablecer restricciones al acceso a esta píldora. Se espera una decisión a finales de junio.