El escritor Yann Moix y sus padres se enfrentan el jueves ante el tribunal penal de París, acusado él de difamación e injurias después de que él los acusara de violencia y abusos. Los padres, José y Marie-Josée Moix, pusieron en marcha el procedimiento tras comentarios realizados en un programa del Canal, En aparte, en octubre de 2022.
“Son unos bastardos, son gente que habría denunciado a los judíos durante la guerra”, declaró entonces el novelista. Los acusó de multitud de abusos, incluidas palizas y castigos humillantes, llamando a sus padres «Thénardier» y «bárbaros», y precisando que quería «la muerte de toda su familia», a excepción de su abuela.
Al mando, Yann Moix, de 55 años, asumió plenamente sus palabras. “Hablo para defender al niño que fui”, dijo. “Fui abusado, golpeado, martirizado, pero ¿para qué?”, preguntó, describiendo a su madre como quien “echó más leña al fuego con informes catastróficos” sobre la conducta de su hijo mayor, y a su padre como quien golpeó él, incluido un cable de extensión eléctrica. “Fue un abuso caprichoso y aleatorio. (…) No ha pasado una semana sin que haya un golpe”, afirmó Yann Moix ante el tribunal. Estimó la duración en nueve años, entre los 6 y los 15 años.
Sus padres, también presentes en el tribunal, sentados en primera fila entre el público, no se inmutaron durante un largo interrogatorio al acusado. Una vez les llegó el turno de hablar, Yann Moix abandonó la sala. José y Marie-Josée Moix sólo reconocieron “bofetadas tal vez”, para él, “bofetadas ciertamente”, para ella. Pero ambos negaron la violencia sistemática. “Son mentiras, es una pena decir cosas así. (…) Me gustaría que fuera sin camiseta, que nos mostrara las rayas que tiene en la espalda”, proclamó el padre, muy emocionado. Ambos progenitores destacaron que mantuvieron “la puerta abierta” a su hijo, que dejó de querer verlos de la noche a la mañana en 2010 o 2011, en sus recuerdos.
Yann Moix publicó en 2019 una novela sobre su infancia donde relataba estos abusos, Orleans. El jueves abogó por la «verdad» de este libro, reconociendo que no siempre es «exacto» sobre los hechos, cambiando ciertos lugares, ciertas fechas o concentrando los efectos dramáticos. El autor respondió negando las acusaciones de Yann Moix. Su hermano menor Alexandre, en conflicto desde hace mucho tiempo con él, afirmó incluso haber sufrido los abusos descritos por Yann Moix.
La fiscal no pidió sentencia, pero explicó que el delito de injuria le parecía más reprobable en este caso que el de difamación. Sus observaciones sobre cuestiones de derecho fueron interpretadas entonces por el abogado defensor, Jean-Marc Fedida, como una petición de absolución.
La sentencia quedó reservada hasta el 29 de abril.