Le Figaro Lyon
“Era un maestro, un simple maestro, que pensaba que el conocimiento era un gran tesoro”. La historia de Nadia y su clase CM1 encaja perfectamente con las palabras de Jean-Jacques Goldman escritas en 1987. En 2019, Nadia Bachmar, profesora de la escuela Louis-Pergaud de Vénissieux, decidió montar un proyecto de espectáculo sobre la Resistencia y la patrimonio histórico de la ciudad con su clase CM1. Gran admiradora de la favorita de la cantante francesa, con quien intercambia cartas desde hace varios años, la profesora le pidió participar en su proyecto educativo. “Sabía que su padre había sido luchador de la resistencia en Vénissieux y que había participado en su liberación en el seno de la resistencia con los FTP-MOI (Francs-tireurs et partisanos – mano de obra inmigrante), el 26 de agosto de 1944, por lo que tenía sentido. preguntarle”, confió a Le Figaro después de contar esta historia a Le Progrès.
Pero se produjo el primer bloqueo relacionado con el Covid y el proyecto quedó en suspenso. El cantante, sin embargo, responde que acepta escribir algo. Luego, Nadia se asegura de mantener su clase el año siguiente. «Estoy en una gran escuela y mi colega aceptó tomar CM1 para que yo pudiera continuar con esta clase en CM2», explica. Apasionada, pero un poco tonta, respondió a Jean-Jacques Goldman durante el verano, olvidándose “probablemente de poner un sello” en su carta que él nunca recibiría.
El tiempo pasa y el espectáculo crece. Michael Jones, guitarrista de Jean-Jacques Goldman, que vive en Lyon y cuyo padre participó en el desembarco aliado el 6 de junio de 1944, participa en su desarrollo y viene a discutir con sus alumnos. “Durante nuestra primera representación de “Vénissieux la belle, la rebel” en 2021 en el teatro de la ciudad, vino a cantar con nosotros “Je te donne””, recuerda Nadia. Se filma la actuación y el profesor decide enviar el DVD a Jean-Jacques Goldman, adjuntando su dirección de correo electrónico y un número de teléfono.
Casi un año después, su clase dejó la escuela primaria para ir a la secundaria. Todos juntos deciden continuar la aventura de este espectáculo. Nos vemos durante las vacaciones escolares, a veces un fin de semana al mes para trabajar en teatro y canto. Están invitados a conmemoraciones. A principios de 2022, llegó al buzón del profesor un correo electrónico del director artístico de Jean-Jacques Goldman. “Me dijo que había visto nuestro programa, que estaba impresionado y que todavía estaba sí por la canción”.
El miércoles siguiente sonó su teléfono. “Escucho: “Hola, soy Jean-Jacques”. Realmente no lo entendí porque no tengo ningún Jean-Jacques en mi repertorio. Luego golpeé”, recuerda todavía conmovida. Durante más de media hora, la profesora y la cantante dialogan sobre “la escuela y los valores de la República”. “Me dijo que el espectáculo le había conmovido muchísimo”, continúa Nadia. Unos días después, esta última recibió la canción con un mensaje del cantante diciéndole que “era sólo una propuesta”. “Es una locura decir eso dada su carrera. Y la canción es tan hermosa. Finalmente, se organiza un vídeo entre Jean-Jacques Goldman y los alumnos para trabajar el texto. Una canción en la que este último lee el comienzo de la carta del luchador de la resistencia armenia Missak Manouchian antes de que los estudiantes canten sus palabras.
Si este proyecto pudo realizarse es también porque la profesora y la cantante comparten muchos valores comunes. “Cuando escuchas sus canciones, es bastante fácil entender cómo trabaja. Escribe sobre destinos rotos y citas perdidas. Creo que son temas que lo persiguen y que tiene la profunda convicción de que un encuentro puede cambiarlo todo. C’est peut-être pour ça qu’il a accepté de travailler avec nous», analyse Nadia qui a déjeuné avec le chanteur fin 2022 et qui elle-même avoue devoir tout à un professeur de français et un de mathématiques qui «ont déterminé su camino».
Pero la aventura de la profesora y su clase, cuyos alumnos ahora cursan 4º de primaria, no quedó ahí. Desde entonces, todos han seguido viéndose para participar en las conmemoraciones y continuar con su trabajo por la Resistencia y la memoria. “Agradezco a sus padres que están presentes y confían en mí para asegurar que este proyecto continúe. No es fácil para todas las familias atrapadas en la vida cotidiana, pero a pesar de todo, están presentes y saben que la escuela es importante para sus hijos”, asegura.
Siempre en un segundo plano, este deseo de Nadia de hacer este surco republicano en Vénissieux, ciudad a la que llegaron sus padres, originarios de Argelia, entre 1954 y 1960. “Crecí aquí en los años 70 y 80. Conocí esta ciudad con toda su diversidad. Es muy bonito. Hoy veo estos mismos barrios marcados por la pobreza y el tráfico. Me rompe el corazón. Por eso quiero ser útil. La escuela de la República es el lugar de la alteridad. Sobre conocer a los demás con sus diferencias. Esto es lo que hacemos con este espectáculo”, continúa Nadia, quien explica haber comentado con el cantante su miedo de que alguien organice “un concurso de recuerdos que abra el camino a todos los extremismos”.
Se reconoce en las palabras de Churchill que parafrasea: «Si el presente juzga el pasado, pierde el futuro». “No hay jerarquía en el horror. Este es el corazón de mi lucha. Si no salimos de esta, estamos hipotecando el futuro”, concluye Nadia. El año que viene, su grupo de estudiantes visitará con ella Nueva York, Atenas y Bremen para continuar este trabajo de memoria. A su manera, Nadia ha cambiado la vida de sus alumnos.