Zidane, Giresse, Lizarazu, Pauleta, Gourcuff, las leyendas del Girondins estuvieron presentes para celebrar los cien años del Parc Lescure que volvieron a iluminar, el martes, durante un partido de gala ganado al Club Variétés de Francia (5-3). . “Es muy bueno volver a este estadio que nos ha traído tantas alegrías, recuerdos y felicidad”, comentó Bixente Lizarazu. Encontrar todas estas generaciones de exjugadores fue una velada muy agradable”.
Es raro celebrar un estadio pero Lescure, de estilo Art Déco con una arquitectura de vanguardia, sin pilares, merecía esta velada ante 28.000 aficionados, destetados por los resultados de las últimas temporadas, y que pudieron bañarse en el espacio 90 Minutos de comunión y alegría, en una serena nostalgia. El equipo escapulario alineado desde el inicio lució muy bien con el trío Giresse-Gourcuff-Zidane para amenizar el partido y alimentar en la delantera a Pauleta, Cavenaghi y Dugarry. “Es hermoso ver este entorno”, sonrió Lizarazu.
Enfrente, el Variétés no se distinguía con cuatro campeones del mundo, Laurent Blanc, Christian Karembeu, Robert Pirès y Fabien Barthez sin guantes ni los gestos perfectos del atacante en el que se ha convertido.
Bien lanzado por un doblete de Pauleta, y su celebración como en sus mejores tiempos imitando al pájaro de las Azores, el público de Chaban, su nombre desde 2001, apreció este regreso del fútbol en esta guarida histórica que acogió dos Mundiales de fútbol. fútbol y que desde hace nueve años es el punto culminante de los jugadores de rugby del Union Bordeaux-Bègles.
Alain Giresse, 71 años, el Principito de Lescure, capitán emblemático, el que más partidos disputó y más goles marcó en este estadio, aguantó cuarenta minutos antes de marcharse entre una gran ovación, al igual que Zidane cuatro minutos después tras demostrar que Los años no influyen en su técnica única, que Lescure tuvo la oportunidad de admirar durante cuatro temporadas. Las Variétés, teñidas de viejos marselleses, que revivieron algunas canciones ancestrales del Virage Sud, redujeron la marca a la media hora de Mamadou Niang.
Como símbolo, el tercer gol del Burdeos fue obra de Diego Rolan, que había marcado en el hombro el último gol del club en este estadio contra el Nantes el 9 de mayo de 2015, antes de que Ludovic Obraniak empeorara el marcador del Girondins con un globo sedoso.
Fue otro Giresse, Thibault, el hijo, nacido en Gironda sin haber vestido nunca los colores azul marino y blanco, quien rebajó el marcador por primera vez. Poco después, Steve Savidan marcó el gol del Variétés, pero la última palabra la tuvo Laurent Ferrères, exjugador de rugby de la UBB que ahora brilla en este templo histórico del deporte francés.