El nuevo presidente húngaro promulgó este martes la ley sobre la adhesión de Suecia a la OTAN, el último paso técnico antes de la adhesión del país nórdico, que pone fin a dos siglos de no alineación militar. “Tamas Sulyok firmó el documento votado el 26 de febrero de 2024 por el Parlamento”, “primera decisión” de su mandato, según el sitio web del palacio presidencial.

Entre los 31 miembros de la Alianza Atlántica, Hungría fue el último país en ratificarla, tras casi dos años de espera por Estocolmo. El reino escandinavo puede ahora depositar su “instrumento de adhesión” en Washington, de conformidad con el tratado de la OTAN, para convertirse en el 32º miembro.

Suecia, candidata tras la invasión rusa de Ucrania, rompió con su política de neutralidad adoptada tras el fin de las guerras napoleónicas en el siglo XIX y luego de no alineación militar desde el final de la Guerra Fría. Aunque contribuye a las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz, no ha experimentado una guerra desde un conflicto con Noruega en 1814.

El proceso de adhesión estuvo marcadamente por las negociaciones con Turquía, que acusó al país nórdico de indulgencia hacia los activistas kurdos refugiados en su territorio, algunos de los cuales eran considerados terroristas por Ankara. Suecia también tuvo que lidiar con las reticencias del primer ministro húngaro. Viktor Orban ciertamente había dado su acuerdo de principio hace mucho tiempo, pero antes de completar el proceso exigió “respeto” a Estocolmo, después de años de “denigración” de sus políticas.

Invitado a Budapest para restablecer la “confianza”, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, realizó una visita pocos días antes de la luz verde del Parlamento. Con este motivo, Hungría anunció la compra de cuatro aviones de combate Gripen al reino escandinavo.