Canadá anunció el domingo 3 de marzo nuevas sanciones contra funcionarios rusos tras la muerte de Alexei Navalny, por las “violaciones flagrantes y sistemáticas” de los derechos humanos cometidas por Rusia. Esta nueva serie de sanciones canadienses se dirige a seis altos funcionarios y miembros del personal de alto rango de la fiscalía penal, los servicios judiciales y correccionales.

En un comunicado, Ottawa indicó que estos funcionarios “participaron en la violación de los derechos humanos de Alexei Navalny, en su cruel castigo y, en última instancia, en su muerte”. “Canadá, junto con sus socios, seguirá presionando al gobierno ruso para que lleve a cabo una investigación completa y transparente sobre la muerte de Alexei Navalny”, declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly.

Tras la muerte de Alexei Navalny, un feroz crítico de Vladimir Putin, el gobierno de Justin Trudeau convocó al embajador ruso en Canadá para “exigir una investigación completa y transparente” sobre su muerte. El opositor ruso murió el 16 de febrero en circunstancias poco claras en una colonia penal del Ártico, donde cumplía una condena de 19 años de prisión por “extremismo”. Tenía 47 años.

Su familia, sus allegados y numerosos dirigentes occidentales han acusado al jefe del Kremlin de ser “responsable” de su “asesinato”, que el Kremlin rechaza enérgicamente. El presidente ruso, que en los últimos días ha advertido a Occidente contra una “amenaza real” de guerra nuclear en caso de una escalada del conflicto en Ucrania, aún no se ha pronunciado sobre la muerte de su principal adversario, del que nunca dijo nombre.