Las autoridades italianas anunciaron que habían llevado a cabo el martes una redada contra la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa, contra 142 personas pertenecientes en particular a los clanes de Cosenza, activos en el tráfico de drogas. Los sospechosos, 109 de los cuales fueron encarcelados, 20 puestos bajo arresto domiciliario y otros 13 sujetos a otras medidas restrictivas, son sospechosos de diversos cargos de «asociación ndranghetista, tráfico de drogas agravado por el jefe de una asociación mafiosa» y otros delitos, indica un comunicado de prensa de la policía.
La operación fue llevada a cabo de madrugada por carabineros, policías y agentes especializados en delitos económicos, bajo la dirección de la fiscalía antimafia de Catanzaro. Los detenidos formaban parte de los clanes históricos de Cosenza, en Calabria (sur), los “Lanzino-Patitucci” y los “Zingari”. Durante la operación también fue detenido un funcionario de la Guardia di finanza, la policía aduanera y financiera italiana.
Vincenzo Capomolla, fiscal de Catanzaro, aseguró a la prensa que los grupos mafiosos estaban «asfixiando» a los comerciantes y empresarios de Cosenza extorsionándolos, aunque su principal actividad era el tráfico de drogas, para el que utilizaban incluso a menores. «El tráfico de drogas era una de las formas en que la ‘Ndrangheta ejercía el control del territorio», dijo Capomolla. «Sólo las personas autorizadas por la organización ndranghetista podían gestionar el tráfico de drogas, por lo que cualquier actividad no autorizada era castigada con sanciones económicas pero también con castigos físicos», añadió el fiscal.
Con sede en Calabria, una región muy pobre situada en la punta de la Bota italiana, la ‘Ndrangheta es la más rica y poderosa de las mafias italianas, gracias en particular a su casi monopolio sobre el tráfico de cocaína en Europa. Presente en unos cuarenta países, ejerce un control asfixiante en su patria, infiltrándose y corrompiendo la administración e imponiendo su ley de hierro a la población.