Le Figaro Marsella
Un adolescente de 14 años sospechoso de haber amenazado de muerte a un profesor de educación física en una escuela de La Seyne-sur-Mer (Var) ha sido identificado, supo Le Figaro por boca del fiscal de Toulon, Samuel Finielz.
Este joven que vive en la zona de Toulouse es sospechoso de ser el origen de una llamada telefónica amenazante contra el profesor. Había recibido un mensaje de voz en su teléfono personal de un individuo que prometía «cortarla», «degollarla» y «matarla», explicando en particular que había sido excluido de su establecimiento por su culpa.
Como reveló Le Figaro, la profesora rápidamente presentó una denuncia ante la policía, explicando durante su audiencia que sospechaba que uno de sus antiguos alumnos era el autor de la llamada telefónica. Una fuente policial indicó que este joven que frecuentaba el colegio Henri Wallon había sido excluido de su establecimiento por haber amenazado con «matar a todos los profesores» y «prender fuego» a su colegio. La fiscalía de Toulon abrió una investigación por «amenazas de muerte contra un profesor» tras un informe de la dirección del establecimiento en virtud del artículo 40 del código de procedimiento penal.
A cargo de la investigación, las fuerzas policiales de La Seyne-sur-Mer acabaron deteniendo al adolescente así como a otros dos menores sospechosos de haber ayudado al sospechoso a obtener el número del profesor. El trío, que se conoció en «una plataforma de videojuegos», según el fiscal de Toulon, intercambió varios contactos con «personas que querían ver amenazadas», entre ellas el profesor.
El menor sospechoso de haber amenazado de muerte a su profesor está siendo llevado ante un juez de menores, en particular por «amenazas de muerte materializadas en escritos, imágenes o cualquier otro objeto», «reiteradas llamadas telefónicas maliciosas» y «amenazas de muerte o daños a bienes peligrosos». a personas contra una persona responsable de una misión de servicio público”.
La fiscalía de Toulon, que conoció del caso, solicitó una revisión judicial, la prohibición de contacto con el profesor amenazado, un control de la protección judicial de los jóvenes y un toque de queda. Los otros dos menores son sospechosos de amenazar de muerte a otras víctimas que no son profesores.