Le Figaro Niza
Durante su saludo a la prensa el 23 de enero, el prefecto de los Alpes Marítimos, Hugues Moutouh, habló de un “giro” para describir la presencia del lobo en el departamento. “Entendimos que ya no es una especie amenazada o en peligro de extinción”, añadió. Una forma de justificar el aumento para 2024 del número de depredadores que se pueden recolectar con fines regulatorios: 60, frente a 54 en 2023. Esto se debe a que a partir de ahora el miedo ha cambiado de bando. La amenaza es él, este canino invisible durante el día y que diezma gallinas y ovejas por la noche. Pero también vacas, ponis y caballos.
Julia Bonnet vivió la macabra experiencia el fin de semana pasado. El domingo encontró a Liberty Rosie, su poni de 18 años, medio devorada en su pasto, en Saorge, en el parque nacional de Mercantour. Para colmo, la animal estaba preñada y debería haber parido durante el mes de abril. Su potro también fue comido por completo. Para Julia no hay duda, sólo una manada de lobos podría haber cometido semejante masacre. “Un agente de la DDTM (Dirección Departamental de los Territorios y el Mar, N.D.) acudió al lugar a realizar observaciones y tampoco tuvo dudas. Había grandes marcas de mordeduras en la garganta. Es característico del lobo”, explica.
Lea también “Cuando no lo conoces, da miedo”: tras la pista del lobo en los Alpes
No es la primera vez que este ganadero del valle de la Roya se enfrenta a un espectáculo así. “Entre 2023 y 2024, sufrí cinco ataques mortales de lobos contra mis animales. Y otros dos donde resultaron heridos una yegua y un potro”, certifica. Julia, que también preside la asociación de criadores de Roya, se muestra consternada por lo que con el tiempo se ha convertido en la suerte de todos sus colegas criadores del interior de Niza. “¡Es asqueroso y te dan ganas de dejarlo todo! Sin embargo, llevo 20 años haciendo este trabajo y antes no era así. Hoy está fuera de control, el riesgo está en todas partes, todo el tiempo”, se lamenta decepcionada. En un largo mensaje compartido en Facebook, este último protesta contra “¡matar a demasiados!”
Lea también “Encontró su despensa y se sirve”: el rebaño de un criador de Bocas del Ródano diezmado por el lobo
Una amargura compartida por Sébastien Olharan, alcalde (LR) de Breil-sur-Roya. En X (antes Twitter), el concejal se hizo eco de este enésimo ataque en el valle. “Me gustaría reiterar mi apoyo a nuestros criadores que, además de realizar un trabajo difícil, se enfrentan a esta depredación penalizadora y traumática. Ya es hora de permitirles defender sus rebaños contra estos ataques, también en el parque Mercantour”, escribió. En Le Figaro denuncia “una forma de implacabilidad” por parte de los responsables del parque Mercantour hacia los criadores. “En el parque, es decir, donde se encuentran la mayoría de las zonas de pasto, no tienen ningún derecho a defenderse contra los lobos. Las armas están estrictamente prohibidas, independientemente del contexto. A los criadores ni siquiera se les permite llevar cartuchos, so pena de ser procesados. Es decir, si uno de ellos presencia un ataque a plena luz del día, no puede hacer nada”, afirma. Sébastien Olharan aboga por que los criadores puedan, en este contexto específico, realizar tiros defensivos.
Hoy en día, se puede llamar a un explorador de lobos después de que se hayan notado y atribuido formalmente al lobo tres ataques consecutivos en la misma área. “¡Sí, finalmente sólo fuera del parque!”, se queja Julia, denunciando a su vez “el clima hostil” que los responsables del parque Mercantour supuestamente han instalado hacia los criadores. “Nos están quitando el territorio, no es más que negativo”, insiste. Según el alcalde Breil, en 2023 se habrían registrado 105 ataques de lobos a manadas sólo en el valle de Roya. “87 sobre ovejas o cabras, 12 sobre vacas/terneros y 6 sobre caballos/ponis”, especifica.