France Aubry, residente en Rennes (Ille-et-Vilaine), fallecida el 4 de septiembre de 2022 a la edad de 82 años, legó todos sus bienes al municipio de Saint-Jouan-de-l’Isle (Côtes d’Armor), es decir, “equivalente a un millón de euros”, informa el semanario Le Petit Bleu des Côtes d’Armor en un artículo del 15 de febrero. Una sorpresa para los habitantes del municipio que nunca habían oído hablar de ella.
Cuando el estudio “Les notaires des Lices” le informó, Gilles Coupu, alcalde de este pueblo de 500 almas, luchó por creerlo. En su testamento redactado y registrado en 2010, France Aubry legó a la pequeña ciudad un seguro de vida por importe de 277.605 euros, así como un apartamento de lujo diseñado por el arquitecto Jean Nouvel, situado en el centro comercial François Mitterrand de Rennes, valorado en 690.000 euros. Un legado que, por sí solo, triplica el presupuesto anual del municipio, que suele ascender a 450.000 euros. En cuanto a la reventa en garaje de muebles, vajillas y objetos incluidos con el apartamento, permite a las asociaciones del municipio compartir 2.738 euros.
“Me quedé muy sorprendido y muy feliz”, confesó el alcalde al semanario de Dinan. Tan sorprendido que decide investigar al misterioso donante.
“Lo que me importaba era por qué ella donó. No tenía familia cercana. Entonces conocí a Francine Chollet, que vive en Caulnes. Me dijo que era una prima lejana que conoció en su juventud y esa información me permitió situarla mejor”, continúa. Francine Chollet explica al concejal su relación con France Aubry, que no es otra que la sobrina de su abuela y ahijada de su padre, Roger Méal. “El padre de Francia, Francis Aubry, hizo carrera en la gendarmería en Collinée, Ploubalay, Combourg… Cuando se jubiló, el matrimonio se fue a vivir a Rennes con su hija”. La historia familiar arroja luz sobre el gesto del donante, descrito por el alcalde como una persona muy discreta que acudió a la tumba familiar. Allí reposaron sus padres y su abuelo, fallecido en Saint-Jouan en 1929, “y ella quería ser enterrada junto a ellos”, explica Gilles Coupu.
Poco se sabe sobre France Aubry, excepto que era vendedora y cuidaba de sus padres. Le encantaba viajar, las flores y su perrita Zinnia, acogida por una amiga, precisa el semanario local.
Ya se han realizado inversiones gracias a la ayuda del generoso donante. “Hemos realizado obras importantes en la localidad y no hemos previsto otras inversiones importantes para el final del mandato. Pensaremos en cómo utilizar mejor este dinero. El municipio es propietario de la antigua panadería y del apartamento para el personal de la antigua escuela pública. Se está reflexionando sobre su futuro”, afirma Gilles Coupu al Petit Bleu des Côtes d’Armor.
La única petición de France Aubry a cambio de este legado fue que el ayuntamiento mantuviera la tumba de su familia y no la trasladara. El municipio cumplió su último deseo.