«Jamas visto». Dos meses después de la muerte de Nahel, y en vísperas de numerosas manifestaciones contra el «racismo sistémico» y la «violencia policial», Gérald Darmanin envió una carta de «apoyo» a las autoridades, en la que indicaba que se desplegarían 30.000 policías y gendarmes. en toda Francia. «Sin precedentes, se recurrirá a todas las Compañías de Seguridad Republicanas (CRS) y a los escuadrones móviles de gendarmería disponibles en el territorio nacional», escribe el ministro del Interior en su carta consultada por Le Figaro.

Crítico de estas convocatorias de manifestaciones, Gérald Darmanin estimó en su carta a la policía que “algunos (manifestantes) no dudan en aprovechar estas manifestaciones para indignarlos o para llamar a la violencia (y) corear las peores consignas que transmiten odio contra los servidores del Estado y de las instituciones de la República”. Dirige así su “apoyo inquebrantable” a los agentes. «Tiene usted toda mi confianza (y) tenga la seguridad de que mi energía está totalmente centrada en la seguridad de los franceses y la defensa de su honor», escribió también.

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En un telegrama consultado por Le Figaro, esta vez dirigido a los prefectos, el ministro del Interior elabora una lista de «medidas a adoptar», en previsión de estas manifestaciones lanzadas por «movimientos cercanos a la extrema izquierda». «Hay que evaluar si se cumplen las condiciones legales para el buen desarrollo de estas manifestaciones o si, sin dudarlo y con todo mi apoyo, se debe dictar una orden de prohibición», afirma. Pide también a los prefectos que «denuncien sin demora y sistemáticamente» todas las «lemas insultantes y ultrajantes dirigidas a las instituciones de la República (…) que entren en el ámbito del delito».

Estas manifestaciones fueron anunciadas el mes pasado por varias decenas de sindicatos, asociaciones y partidos políticos, como La France insoumise. El Partido Socialista y Fabien Roussel del Partido Comunista Francés anunciaron que no participarían. 116 manifestaciones en el territorio nacional deberían reunir entre 24.000 y 30.000 personas, según nuestras informaciones, de las cuales entre 4.000 y 6.000 en París. La participación se volvió a evaluar al alza: a mitad de semana, los servicios de inteligencia sólo habían identificado 70 marchas.

La principal procesión parisina partirá de la Gare du Nord para llegar a la Place de la Bastille. Según las autoridades, entre 200 y 400 individuos violentos, calificados de “elementos de riesgo”, podrían infiltrarse en la capital. Otras ciudades se ven afectadas por posibles desbordes, como Lyon, Nantes, Rennes y Burdeos, pero también municipios más pequeños, como Angers o Grenoble. La causa, según los servicios de inteligencia, es el movimiento ultraizquierdista y el ámbito ecologista radical.