La zona norte del departamento del Jura fue puesta el jueves 21 de septiembre en vigilancia de «crisis» por sequía, el nivel más alto de alerta, lo que ha provocado restricciones en el uso del agua ante «precipitaciones insuficientes», anunció la prefectura.

En particular, en el Jura Norte, el nivel de vigilancia se eleva a “crisis” (cuarto nivel sobre cuatro) para los usos “no económicos” del agua, y a “alerta” (segundo nivel) para los usos económicos. Estas medidas implican en particular el cese total del riego y limpieza de fachadas, tejados y aceras por parte de particulares, así como el cese del riego de campos deportivos, y la prohibición de llenar y vaciar piscinas.

Para el sector económico, esto implica la prohibición de lavar los vehículos en las estaciones (excepto los sistemas equipados con alta presión o reciclaje de agua), suspender el riego de las obras o incluso de los campos de golf durante el día. Los fabricantes deben reducir sus impuestos en un 10%. Otros dos sectores del departamento (Limestone Plateau y Haute-chaine) han sido puestos en vigilancia de “alerta intensificada” (tercer nivel) para los usos económicos y no económicos del agua. Por tanto, se pide a las empresas que reduzcan su consumo en un 20%.

A fecha del 1 de septiembre, Francia todavía tenía el 62% de sus aguas subterráneas, las principales reservas de agua potable, por debajo de las normas estacionales, incluido un 18% en niveles muy bajos, anunció el jueves la Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras (BRGM). La situación es «preocupante» o incluso «preocupante» en la orilla del Mediterráneo, en el corredor del Ródano y en el sur de Alsacia, «que están experimentando mínimos históricos en muchos sectores», indicó Violaine Bault, hidrogeóloga del BRGM.

Según el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, hasta el 8 de septiembre, 189 municipios estaban privados de agua potable, el doble que el 10 de agosto. Ciertamente es menos que el año pasado, cuando unos 700 municipios se vieron afectados, pero «la crisis del agua aún no ha quedado atrás», señaló.