Múltiples obstáculos administrativos obstaculizan el camino educativo de los 25.000 menores no acompañados en territorio francés, contribuyendo a su retraso en el aprendizaje, perdiendo hasta tres años de escolaridad, según un informe de Unicef ​​publicado el miércoles 20 de septiembre.

En Francia, los niños sin representación legal no se beneficiarían de una protección y un apoyo educativo satisfactorios en relación con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDE), explica UNICEF. Esto pone de relieve, en particular, la insuficiente inversión de los consejos departamentales, responsables de la protección de los menores no acompañados (UMA), en la atención educativa de estos jóvenes. «Los departamentos rara vez envían a la escuela a los menores no acompañados durante la fase de acogida y de evaluación», señala Unicef, que lamenta también que «los importantes retrasos en la orientación nacional, en la evaluación de su nivel educativo y en la asignación a un centro retrasan a menudo su acceso a la escuela». .

Según el informe, la lentitud de estos trámites equivaldría a entre 500 y 3.000 horas de clases perdidas. El equivalente a 6 meses a 3 años sin escolarización. «El derecho a la escolarización de los menores no acompañados presentes en territorio francés se ve gravemente obstaculizado», denuncia la agencia de la ONU, preocupada por las «consecuencias notables para la salud mental» de los jóvenes inmigrantes. “La privación de la escuela, aunque sea por sólo seis meses, es un daño que puede resultar irreparable. Estamos penalizando a toda una generación de niños cuya salud mental y su futuro están en juego”, advierte Adeline Hazan, presidenta de Unicef ​​Francia.

El informe también menciona otros obstáculos, entre ellos la orientación casi sistemática de los menores no acompañados en el sector profesional o la insuficiencia de clases adaptadas a su enseñanza en determinados territorios.