Markus Villig descubrirá el Palacio de Versalles el lunes y martes. El director general fundador del operador VTC Bolt es uno de los 180 empresarios internacionales invitados a Choose France por Emmanuel Macron. El unicornio estonio invitado a la mesa grande es una novedad. Evidentemente el director general de esta plataforma de transporte valorada en más de siete mil millones de euros no llega con las manos vacías. “Vamos a invertir 100 millones de euros en Francia en los próximos cinco años porque es uno de nuestros principales mercados y creemos que el crecimiento seguirá siendo muy vigoroso en los próximos años, ya hablemos de VTC o, más ampliamente, de movilidad compartida”, dijo a Le Figaro este treintañero que no tiene permiso de conducir.

En concreto, Bolt, que pretende ser el número dos en VTC en Francia detrás de Uber pero por delante de FreeNow y Heetch, dedicará más de cincuenta millones de euros a ayudar a sus conductores a comprar vehículos bajos en emisiones (híbridos o eléctricos). Con un arsenal de disposiciones que van desde bonificaciones concedidas a los conductores hasta avales bancarios. Difficile de comparer les enveloppes car elles ne se rapportent pas aux mêmes engagements : En 2020, Uber avait posé sur la table 800 millions de dollars pour être globalement neutre en carbone d’ici 2040 avec 100% de véhicules électriques en 2030 en Europe et en América del norte.

Quizás lo más original sea que “en junio abriremos en Saint-Ouen un centro de 700 m2 reservado para nuestros conductores de la región parisina”, subraya Markus Villig. Un lugar amigable donde los conductores pueden conversar entre ellos o conocer a profesionales de su sector (aseguradoras, especialistas en mantenimiento de automóviles, etc.). Finalmente, Bolt reforzará su academia Bolt, que prepara a los conductores aprendices para el examen VTC. La marca, que gestiona VTC en 34 ciudades francesas, incluidas ciudades medianas como Amiens, cubrirá los costes de formación, alrededor de 1.000 euros por candidato. Por el momento, no se sabe cuántos candidatos se beneficiarán de este programa.

Si Bolt asume tales compromisos es porque la start-up creada en Tallin en 2013 ha recorrido un largo camino. No lo vemos en Francia, donde la marca sólo opera VTC. Pero, a lo largo de su joven historia, el grupo, presente en una cincuentena de países y 500 ciudades, se ha convertido en una plataforma de transporte con actividades diversificadas: bicicletas y scooters de autoservicio en 250 ciudades europeas (Berlín, Bruselas, Oslo, etc.) , entrega de comidas en 114 ciudades de dieciséis países (Portugal, Kenia, Ghana, etc.), entrega de comestibles en ocho países, incluida Polonia, donde Bolt tiene una asociación con la cadena de hipermercados Tesco, e incluso coches compartidos, especialmente en Estonia, en la República Checa. República y Alemania. “Pero VTC representa la mayoría de nuestras operaciones”, matiza Markus Villig.

En cualquier caso, con esta cartera de actividades, Bolt mejora periódicamente sus resultados financieros. Según los últimos resultados comunicados, en 2022 su facturación se ha más que duplicado hasta los 1.300 millones de euros, aunque el grupo registró ligeras pérdidas ese año (72 millones). La empresa explica que sigue en números rojos porque sigue abriendo actividades en nuevas ciudades: por ejemplo, recientemente VTC en Zurich o scooters y bicicletas compartidas en Bakú, Azerbaiyán. Pero apuesta a que, a partir del próximo año, los beneficios generados en los mercados en los que opera desde hace tiempo compensen los costes que genera la instalación de sus servicios en nuevas ciudades.

«Nuestro objetivo es equilibrar nuestras cuentas en 2025″, subraya Markus Villig. Nos estamos posicionando para estar listos para salir a bolsa el próximo año. » A la espera de una operación que se realizará o no en función de las condiciones del mercado, Bolt puede contar con los 220 millones de euros en líneas de crédito obtenidas a principios de mayo para continuar su avance. Cuando haya nuevas licitaciones para scooters y bicicletas eléctricas en Francia, Bolt tiene muchas posibilidades de ser candidato. Asimismo, la plataforma prevé lanzarse en Bulgaria, Islandia o Grecia.

Esto se debe a que cree que tiene lo necesario para resistir la aplanadora de Uber. “Nos definimos por nuestra frugalidad. Por ejemplo, nuestros 700 desarrolladores con sede en Tallin cuestan menos que los mismos especialistas en TI en Silicon Valley”, explicó Markus Villig a Le Figaro hace algún tiempo. Asimismo, invierte muy poco en marketing. En cambio, prefiere cobrar comisiones más pequeñas a sus conductores para mantenerlos más motivados. Como resultado, Bolt afirma estar a la cabeza en muchos países de Europa central y oriental. Veremos dentro de unos años si su inversión de 100 millones en Francia le permite quitarle cuota de mercado a un Uber ultradominante en Francia.