El líder de extrema derecha italiano Matteo Salvini y su aliada francesa Marine Le Pen mostraron el domingo su unidad política de cara a las elecciones europeas de junio que determinarán el futuro equilibrio en el Parlamento Europeo. La reunión se celebra en Pontida, en el norte de Italia, lugar de celebración tradicional de la Liga Antiinmigrantes de Matteo Salvini, donde también debe expresarse Marine Le Pen, presidenta del grupo Rally Nacional (RN) en la Asamblea Nacional francesa.
Su alianza política parece sólida desde hace unos diez años y también atestigua la solidez de su relación personal. “Invito a quienes no la conocen a que vengan a conocerla: es una mujer extraordinaria, abierta, curiosa, evolucionada desde el punto de vista cultural”, dijo esta semana Matteo Salvini. “Queridos amigos italianos, es un gran placer estar a vuestro lado (…) por invitación de mi gran amigo Matteo Salvini”, respondió Marine Le Pen en un vídeo.
Si a nivel político nacional, Marine Le Pen está en la oposición, mientras que Matteo Salvini pertenece a la coalición gubernamental de derecha y extrema derecha encabezada por Giorgia Meloni, jefa de Fratelli d’Italia (FDI), Marine Le Pen y el RN hacen cabriolas. en las encuestas de opinión cuando la Liga y Matteo Salvini alcanzan un máximo del 8-9%, muy por detrás de la IED. En otras palabras, uno parece necesitar más al otro, sobre todo porque la RN obtuvo puntuaciones muy altas en los dos últimos europeos.
“El objetivo de Matteo Salvini es esencialmente la política interior, para marcar su diferencia con la IED”, analiza para la AFP el historiador Marc Lazar, profesor de Sciences-Po. «También quiere demostrar que la Liga no es un partido aislado en Europa y, dada la popularidad de Marine Le Pen, espera que esto se refleje en él», añade.
En Pontida, «la presencia de Marine Le Pen debe confirmar la relación muy fuerte entre, por un lado, la Liga y la Agrupación Nacional y, por otro, Matteo Salvini y Marine Le Pen», afirmó a la AFP en París una fuente. del séquito de Marine Le Pen. La alianza entre los dos partidos es “una de las más duraderas”, señala la filósofa y periodista Anna Bonalume, especialista en Matteo Salvini. “Los equilibrios han cambiado a lo largo de los años pero su relación nunca ha cambiado. Siempre se siguen y se apoyan mutuamente”.
En el orden del día de su reunión estaban las elecciones europeas del 9 de junio, para las que Matteo Salvini intentó replicar la alianza nacional a nivel europeo. Una oferta rechazada tajantemente por sus aliados gubernamentales (FDI y Forza Italia, FI). Antonio Tajani, jefe de la diplomacia de FI (miembro del Partido Popular Europeo, PPE), descartó firmemente un acercamiento con la extrema derecha francesa y la AFD alemana. «Nuestros valores son alternativos» y Le Pen «nunca será nuestra aliada», declaró.
En Estrasburgo, la FDI y Giorgia Meloni tienen previsto sentarse con Reconquête, el partido de Éric Zemmour, del que Marion Maréchal, sobrina de Marine Le Pen, encabezará la lista europea. «La señora Le Pen tiene la libertad de ir a donde quiera y Matteo Salvini tiene la libertad de invitar a quien quiera» a Pontida, bromeó Guido Crosetto, ministro de Defensa y cercano a Giorgia Meloni, con quien cofundó la FDI.