Rusia lanzó el jueves 15 de febrero una nave espacial de reabastecimiento Progress en la Estación Espacial Internacional (ISS), uno de los raros proyectos ruso-estadounidenses que se mantienen a pesar de las tensiones entre los dos países en el contexto de la ofensiva rusa en Ucrania. El cohete Soyuz-2.1a que transporta la nave espacial Progress MS-26 despegó con éxito del cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, informó la Agencia Espacial Rusa en su canal Telegram, difundiendo un vídeo del despegue.

La nave fue puesta en órbita con éxito y se atracará en la estación el sábado por la mañana, según la misma fuente. Debe entregar a la tripulación de la ISS combustible, equipos para experimentos científicos y productos alimenticios para los astronautas. Actualmente hay siete personas a bordo del laboratorio volador: tres cosmonautas rusos, dos astronautas estadounidenses, un danés y un japonés.

En diciembre, la Agencia Espacial Rusa y la NASA acordaron extender sus vuelos cruzados a la Estación Espacial Internacional hasta 2025. Rusia anunció en julio de 2022 su intención de retirarse “después de 2024” de la ISS, donde se encuentran permanentemente sus cosmonautas y en la que juega un papel clave. Por lo tanto, Moscú presenta como prioridad la creación de una nueva estación orbital rusa.

Modelo de cooperación internacional que reúne a Europa, Japón, Estados Unidos y Rusia, la ISS comenzó a montarse en 1998. Su retirada estaba prevista para 2024, pero la NASA estimó que podría funcionar hasta 2030.