Los bomberos, apoyados por el ejército, continúan el sábado en Grecia socorriendo a cientos de habitantes de pueblos bloqueados por las inundaciones en Tesalia, que hasta ahora han matado a diez personas, según las autoridades. «Más de 2.850 personas han sido rescatadas desde el inicio del mal tiempo», afirmó el portavoz de los bomberos, Yannis Artopios, en el canal de televisión Mega. “Todavía hay mucha gente en los pueblos alrededor de Karditsa, Palamas y hacia Trikala. No están desaparecidos, están atrapados, el número oficial de desaparecidos actualmente es de seis”, afirmó.
Varias casas permanecen bajo el agua en el pueblo de Palamas y los servicios de emergencia continúan trabajando para socorrer a los atrapados, constató un periodista de la AFP. Pero la situación también sigue siendo preocupante cerca de la ciudad de Larisa, unos kilómetros al este. «Estamos experimentando grandes dificultades con el río Pinios, cerca de la ciudad de Larissa, que se ha desbordado y ha alcanzado una altura de 2,5 metros en las afueras de Larissa», añadió.
El viernes por la noche, la protección civil envió un mensaje para evacuar un distrito de la ciudad de Larissa amenazado por la crecida de las aguas. En Volos, el suministro de agua sigue siendo problemático, ya que las estaciones de bombeo y gran parte de la red de suministro de agua quedaron destruidas durante la tormenta. “El agua no es potable”, recordó el Ministerio de Sanidad griego, emitiendo una serie de recomendaciones a los ciudadanos.
“¡Han aparecido casos de gastroenteritis y es probable que aumenten si los habitantes no tienen suficiente agua! Las autoridades deben distribuir al menos dos litros de agua potable a todo el mundo”, insiste Elena Riza, profesora de epidemiología en la Universidad Médica de Atenas, en la cadena de televisión pública Ert.
El tráfico también seguía siendo difícil el sábado, con la autopista entre Salónica, la segunda ciudad del país, y Atenas cortada en varios lugares.
Calificada por los expertos como un “fenómeno extremo por la cantidad de agua caída en 24 horas”, la tormenta denominada “Daniel” azotó Magnesia el lunes y el martes, en particular su capital, la ciudad portuaria de Volos, y la pueblos del Monte Pelión, antes de llegar a localidades alrededor de Karditsa y Trikala el miércoles. Este mal tiempo se produce tras los devastadores incendios forestales de este verano en Grecia, que dejaron al menos 26 muertos.
Con el calentamiento global, la atmósfera contiene más vapor de agua (alrededor del 7% por cada grado adicional), lo que aumenta los riesgos de fuertes precipitaciones que, combinadas con otros factores como la urbanización, provocan inundaciones. En Turquía y Bulgaria, dos países fronterizos con Grecia, las lluvias torrenciales de los últimos días han causado un total de 12 muertos.