El Ministro del Interior, Gérald Darmanin, dice contar «con la gran responsabilidad» de los separatistas y no separatistas de Nueva Caledonia «ante la historia», detallando el proyecto del gobierno para el futuro institucional del archipiélago en una entrevista concedida a Le Monde publicó el sábado.

Las delegaciones independentistas y no independentistas fueron recibidas esta semana en Matignon, Beauvau y el Elíseo: los dos bandos no habían discutido directamente el futuro del archipiélago desde 2019.

En su entrevista, Gérald Darmanin declara que el proyecto de acuerdo propuesto por el Estado prevé “una modernización de las instituciones de Nueva Caledonia”, con “cambios en la distribución de competencias entre las tres provincias y el gobierno”, una elección del presidente “directamente por el Congreso” y el hecho de que “el número de representantes electos de las provincias en el Congreso responde a la evolución demográfica”.

El proyecto «reafirma que Nueva Caledonia, que sigue siendo francesa, conserva un título específico en la Constitución y que no tocaremos el acuerdo de Numea de 1998», prosigue el ministro.

Además, «propone un acuerdo para las elecciones provinciales de 2024 descongelando al electorado bajo determinadas condiciones más acordes con las reglas democráticas generales».

En cuanto al derecho a la autodeterminación, el proyecto «ya no propone una fecha ni una duración para lograrlo», una «revolución» según Gérald Darmanin, para quien esto quita una «espada de Damocles».

Como «punto de partida, abierto a discusión», el Gobierno propone «tres condiciones a discutir»: el posible proyecto futuro sería propuesto «por los propios neocaledonios, en lugar de una pregunta binaria sí/no a la independencia», «dos tercios del Congreso» debería votar a favor y se podría crear un «derecho de petición, accesible al 50% del electorado».

El gobierno quiere llegar a un acuerdo antes de fin de año con vistas a una revisión constitucional a principios de 2024. El ministro del Interior regresará a finales de octubre.

“Pero si no hay acuerdo, modificaremos el órgano electoral para celebrar las elecciones provinciales: es una exigencia democrática”, advierte el ministro en esta entrevista.

“Independentistas y no independentistas se reunieron conmigo dos veces en la misma sala esta semana, cuento con la gran responsabilidad de los distintos partidos ante la historia”, añade.

Las discusiones también deben centrarse en el futuro del sector del níquel, un pilar económico debilitado del archipiélago, aunque Europa y Francia tienen enormes necesidades de este metal para fabricar baterías eléctricas para automóviles.