El desprendimiento de rocas en el valle de Maurienne, entre Modane y St-Michel-Valloire, en Saboya, tiene infinitas consecuencias. Si bien el tráfico por carretera entre Francia e Italia está parcialmente bloqueado, desde el domingo los viajes en tren también son imposibles a ambos lados de los Alpes. Por este motivo, la compañía italiana Trenitalia interrumpe la circulación de sus viajes París-Lyon a partir del próximo lunes hasta «nuevo orden». Más concretamente, “el Frecciarossa París – Lyon 6650, 6651, 6647, 6654, 6656, 6655 funcionará con normalidad hasta el 3 de septiembre”. “A partir del 4 de septiembre también queda suspendida la circulación de estos trenes hasta nuevo aviso”, añadió la empresa de transporte en un comunicado.

Pero entonces ¿por qué suspender un viaje que no se ve afectado por el incidente? Trenitalia da la siguiente explicación: «Nuestra flota de trenes Frecciarossa que circulan en Francia y entre Francia e Italia deben pasar periódicamente por los talleres de mantenimiento cerca de Milán por razones de seguridad». En otras palabras, el cierre de la línea París-Milán imposibilita el control y la reparación de estos trenes, “a la espera de que se restablezca el servicio internacional”.

Leer tambiénCalentamiento en los Alpes: «Se avecinan los mayores deslizamientos de tierra»

Por lo tanto, la empresa de transporte está «siguiendo permanentemente la evolución de la situación con las autoridades locales y el administrador de infraestructuras para la rehabilitación de las vías en Maurienne». Y espera una recuperación “lo antes posible”. Los usuarios podrán solicitar el reembolso total del billete hasta 24 horas después de la fecha inicial de viaje. La SNCF, por su parte, indicó que la circulación de trenes entre Francia e Italia se interrumpiría al menos hasta el 10 de septiembre.