Según las autoridades sanitarias locales, recientemente se identificó un raro caso humano de peste bubónica en Estados Unidos, en Oregón. La enfermedad, que causó la peste negra, una pandemia que mató al menos a un tercio de la población europea en la Edad Media, es rara en los países desarrollados y ahora puede tratarse, pero sigue siendo potencialmente peligrosa.

El paciente reside en el condado de Deschutes, en el noroeste de Estados Unidos. Actualmente está en tratamiento y probablemente fue infectado por su gato. «Tous les contacts proches du résident et de son animal de compagnie ont été contactés et ont reçu des médicaments pour prévenir la maladie», a expliqué le Dr Richard Fawcett, responsable de la santé du comté de Deschutes, lors de l’annonce du cas la semana pasada.

Según las autoridades, los síntomas de la peste en humanos aparecen hasta ocho días después de la exposición a un animal enfermo o a una pulga. Los síntomas pueden incluir fiebre, náuseas, debilidad, escalofríos y dolor muscular. Si no se diagnostica a tiempo, la peste bubónica puede progresar a peste septicémica (una infección del torrente sanguíneo) o peste neumónica, que afecta a los pulmones. Estas dos enfermedades son mucho más graves.

“Afortunadamente este caso fue identificado y tratado en las primeras etapas de la enfermedad, lo que representa poco riesgo para la comunidad”, aseguraron las autoridades en un comunicado de prensa. «Durante la investigación no aparecieron otros casos de peste», dijeron. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la principal agencia federal de salud, hay un promedio de siete casos de peste en humanos cada año en Estados Unidos. En Oregón, el último caso notificado de peste bubónica se remonta a 2015, según la administración sanitaria de este estado de más de 4,2 millones de habitantes.