La secretaria general de la CGT, Sophie Binet, denunció el jueves en Illkirch-Graffenstaden (Bajo Rin) la «situación escandalosa» de Clestra, «líder mundial en mamparas de oficina» y «buque insignia» de la industria francesa cuyos empleados, en huelga desde hace ocho semanas, miedo al desmantelamiento. «He venido para darles mi apoyo», afirmó Sophie Binet delante de la empresa, donde se encontraban varias decenas de empleados, la mayoría de los cuales vestían una casulla de la CGT.

Según el sindicato (la mayoría), 120 de los 140 empleados de Clestra Metal (convertida en Unterland Metal desde la adquisición por parte de Jestia el pasado mes de octubre) están en huelga desde el 3 de julio. «La situación es escandalosa», prosiguió Sophie Binet, arremetiendo contra la compradora, Jestia, que teme que intente «desmantelar este buque insignia» de la industria francesa, «líder mundial en mamparas de oficina».

La dirección, que según la CGT no da ninguna información sobre su proyecto industrial, «multiplica las provocaciones», denunció, evocando el despido de un empleado porque le habría quitado el teléfono en el trabajo, o incluso » nóminas negativas”, a algunos trabajadores se les dedujo “2.000 euros del salario” en julio. Hay que «obligar al accionista a ser transparente», insistió el sindicalista, pidiendo «a las autoridades públicas en su conjunto» que den un paso al frente. Recordó que Jestia se benefició durante la adquisición de Clestra “de 5 millones de euros en ayudas públicas a cambio de compromisos”, en particular el mantenimiento del empleo: el Estado “puso a disposición (…) 4 millones de euros” y el Grand Est Región “prestó 900.000 euros”.

Según Amar Ladraa, director regional de la CGT Metalurgia y miembro del CSE de Clestra, la dirección comenzó en junio a trasladar las máquinas de Illkirch a un nuevo emplazamiento en el puerto autónomo de Estrasburgo, «cinco veces más pequeño» que el actual. . “La mitad de los empleados no saben si les afectará y la dirección no nos da información sobre el contenido del proyecto industrial”, lamentó.

Los huelguistas no recibieron salario en julio y agosto, subrayó, y se abrió un fondo de apoyo en línea. Preguntada por la AFP, la dirección no quiso comunicarse. Preguntada por BFM Alsace, sin embargo, aseguró que estaba “escuchando a los empleados” y deseó que la actividad “pueda retomar su curso normal”.