Habrá sido uno de los economistas más destacados de su generación. A los 70 años y gravemente enfermo desde hace varios meses, Daniel Cohen falleció el domingo 20 de agosto en París, según informó su editor Albin Michel, confirmando información del diario Le Monde. Especialista en deuda soberana, fue profesor de la École Normale Supérieure y de la Paris School of Economics, institución que presidía desde 2021.

Antiguo alumno de la rue d’Ulm, Daniel Cohen se hizo conocido por su obra La riqueza del mundo, la pobreza de las naciones, publicada en 1997. En ella describe el aumento de las desigualdades, exacerbadas por lo que él llama «emparejamientos selectivos». Posteriormente, a lo largo de la década de 2000, se interesó por los cambios de la sociedad postindustrial, ya sea en el ámbito del trabajo (Nuestros tiempos modernos, 2000) o de los intercambios internacionales (La Mondialisation et ses enemigos, 2004).

Sus obras posteriores -Tres lecciones sobre la sociedad postindustrial (2006) y La prosperidad del vicio, una introducción (preocupada) a la economía (2009)- son similares a frescos históricos que describen la transformación del capitalismo, desde su nacimiento hasta nuestros días. En su último ensayo publicado, Homo economicus (2012), ofreció una reflexión sobre la paradoja de Easterlin, según la cual el aumento del producto interior bruto per cápita no se traduce necesariamente en un aumento del nivel de felicidad individual.

Leer tambiénDaniel Cohen: “La base de la revolución digital es el empobrecimiento del vínculo social”

Paralelamente a su labor universitaria, Daniel Cohen fue asesor del banco Lazard. Como tal, ayudó a varios estadistas (el primer ministro griego, Geórgios Papandreou, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa…) a renegociar la deuda de sus países. Su experiencia también lo llevó a participar, en asociación con el Banco Mundial, en la “Iniciativa para los países pobres muy endeudados” (iniciativa HIPC).

Daniel Cohen también se hizo un nombre en el sector de los medios de comunicación, convirtiéndose en columnista de L’Obs y editorialista de Le Monde, diario del que fue miembro del consejo de supervisión hasta su muerte.

Economista comprometido, hizo varias incursiones en el mundo político, uniéndose al equipo de campaña de Martine Aubry para las elecciones presidenciales de 2012 en julio de 2011 y luego apoyando, durante las elecciones presidenciales de 2017, al candidato socialista Benoît Hamon.

Su muerte despertó muchas reacciones en el mundo político y económico.

“Daniel Cohen era un maestro. Un hombre de ideales y transmisión. Debates y compromiso. Estamos perdiendo a un gran intelectual, un economista que hizo brillar nuestra investigación francesa, un humanista sincero”, declaró Emmanuel Macron en X.

La primera ministra Elisabeth Borne se enteró con “tristeza” de la desaparición del señor Cohen, cuya “visión de la economía francesa y de las grandes revoluciones, en particular la digital, se perderá en el debate público”, declaró en la misma red social.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, lo aclamó, «un gran economista, pero también un destacado pedagogo, un pionero de nuevas ideas, un autor brillante y convincente», en X. «Habrá sido un valioso consejo durante la crisis de COVID. Todos perdemos una voz y un amigo”, dijo el ministro.

Daniel Cohen fue «uno de los más grandes intelectuales, economistas, impulsado por todas las preocupaciones y la ciencia del momento, alguien insustituible», testificó a la AFP Frédéric Worms, director de la Ecole Normale Supérieure. “Su genio, el que era normalien en matemáticas, fue dominar las herramientas de la economía con una visión global del mundo y de la justicia, dominar todo el espectro económico, desde el análisis matemático hasta la filosofía política”, agregó.