El Ministro del Interior contraataca. Mientras que el anuncio de la abolición de la ley de tierras en Mayotte este fin de semana despertó la ira de toda la izquierda, que lo ve como una ruptura con los principios republicanos, Gérald Darmanin, al regresar de una visita a la isla, pide a esta parte de la clase política tomar conciencia de las dificultades a las que se enfrentan los mahoraíes a diario. Algunos de los cuales han ido incrementando los bloqueos en las últimas semanas para denunciar el continuo flujo migratorio o la inseguridad reinante.

En una entrevista concedida a Ouest-France, publicada el lunes por la noche, el inquilino de la plaza Beauvau se justifica. Al no tratarse en modo alguno de “ideología”, sino más bien de “pragmatismo”, sólo respondería a una “demanda” de “la población local”. Entre ellos, según él, el director local de La France Insoumise. Y a alzar la voz contra sus detractores. Estas «hermosas mentes parisinas», como las describe Gérald Darmanin, y a quienes «ha oído desde el domingo criticar esta decisión sobre la ley del país», son por lo tanto instadas a «salir de la circunvalación». Y “ir a Mayotte”.

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Ante las mujeres de las Comoras que llegan para dar a luz en el hospital de Mamoudzou, la ministra promete, gracias a la crisis actual, un “cambio muy importante en nuestra legislación”. Lo que “devolverá la esperanza a Mayotte”. Para ello, sin embargo, queda un paso: modificar la Constitución y diferenciar las normas vigentes en la Francia continental de las que se aplican en el archipiélago.

Si el gobierno volvió a anunciar este lunes por la mañana, por voz de la secretaria de Estado de Ciudadanía y Ciudad, Sabrina Agresti-Roubache, que la hipótesis de un referéndum estaba «sobre la mesa», Gérald Darmanin se inclina por la otra vía. Apelando “al Presidente de la República (para) convocar al Congreso”. O la reunión de la Asamblea Nacional y del Senado en Versalles.

Como era de esperar, esta reforma constitucional fue aplaudida por la derecha y en la Agrupación Nacional. Por qué los parlamentarios sin duda deberían votar. Un viento favorable que lleva al Ministro del Interior a “no tener dudas” sobre la posibilidad de obtener la llamada mayoría de 3/5 (de diputados y senadores), paso necesario para modificar el texto de 1958. Pero antes de declarar la victoria, Gérald Darmanin recalca su mensaje: “Veo que lo que estamos haciendo por Mayotte nadie lo ha hecho antes. Los mahoraíes se adhieren en gran medida a este anuncio sobre los derechos a la tierra”.