Crece la preocupación en China en torno a Country Garden, un buque insignia de bienes raíces cuya abismal deuda hace temer que una bancarrota genere inestabilidad social y económica para el país, dos años después de los reveses de su competidor Evergrande.
Country Garden es un gigante inmobiliario que figura en la lista de Forbes de las 500 empresas más grandes del mundo. Todavía era el mayor vendedor de bienes raíces en China el año pasado a pesar de la crisis del sector. Country Garden también está presente en el exterior con un gigantesco proyecto inmobiliario en Malasia en islas artificiales.
Con sede en Foshan (sur de China), el grupo empleaba a casi 70.000 personas “a tiempo completo” a finales de 2022, según las cifras más recientes de la empresa, que durante mucho tiempo se consideró financieramente sólida. Fundado en 1995, el grupo se ha visto atrapado en los últimos meses por la lentitud del mercado inmobiliario chino. Según informes de prensa, el pasado lunes no pudo pagar dos cuotas de intereses de préstamos.
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Country Garden tiene un período de gracia de 30 días y corre el riesgo de incumplir en septiembre si no paga. Para aumentar la presión, 31.000 millones de yuanes (3.900 millones de euros) de bonos vencerán en 2024, según la agencia de calificación Moody’s, que el jueves rebajó la calificación de solidez del grupo a «Caa2», sinónimo de «riesgo crediticio muy alto».
Country Garden, que debe publicar sus resultados semestrales a finales de mes, dice que espera una pérdida neta de alrededor de 45.000 a 55.000 millones de yuanes (entre 5.600 y 7.000 millones de euros). La situación de Country Garden es aún más precaria porque alrededor del 60% de sus proyectos están ubicados en pequeñas ciudades chinas, donde los precios de las propiedades han caído más y la mayoría de sus clientes tienen el poder de compra más limitado.
A finales de 2022, Country Garden tenía una deuda colosal estimada por la empresa en unos 1.152 millones de yuanes (150.000 millones de euros). Pero la agencia Bloomberg lo sitúa en torno a los 1,4 billones de yuanes (176.000 millones de euros). Al igual que Evergrande, su competidor endeudado por más de 300.000 millones de euros, cualquier quiebra de Country Garden tendría repercusiones catastróficas en el sistema financiero y la economía china.