En una declaración conjunta fechada el 11 de febrero y enviada a Le Figaro este lunes, los dos ex presidentes de Senegal, Abdou Diouf y Abdoulaye Wade, piden a los jóvenes senegaleses “que pongan fin inmediatamente a la violencia y a la destrucción de bienes”, asegurando al mismo tiempo que comprenden sus “frustraciones”. » y “consternación”.
Los dos expresidentes también afirman haber hablado con el actual presidente Macky Sall. Este último habría “reafirmado su compromiso (…) de no presentarse a un tercer mandato y de dejar el poder inmediatamente después de las elecciones presidenciales”. De hecho, Abdou Diouf y Adboulaye Wade piden a todos los líderes políticos senegaleses “en el poder y en la oposición” que hagan que las elecciones presidenciales del 15 de diciembre de 2024 sean “transparentes, inclusivas e indiscutibles”.
Senegal ha estado sumido en protestas generalizadas desde que el presidente Macky Sall anunció el aplazamiento de las elecciones presidenciales el 3 de febrero, tres semanas antes de la fecha límite. Sus partidarios en la Asamblea Nacional y los de Karim Wade, candidato descalificado, respaldaron entonces el aplazamiento de las elecciones al 15 de diciembre y el mantenimiento del presidente Macky Sall en su cargo hasta que su sucesor asuma el cargo, a priori por tanto a principios de 2025. .
Este cambio de último minuto, excepcional en un país elogiado por su estabilidad y prácticas democráticas, generó gritos de “golpe de Estado constitucional”. La oposición sospecha que el bando presidencial está cumpliendo con el calendario porque está segura de la derrota de su candidato, el Primer Ministro Amadou Ba, designado por Sall para sucederle. Sospecha que se trata de una maniobra para que el presidente Sall, cuyo mandato expiró oficialmente el 2 de abril, permanezca en el poder, aunque repita que no volverá a presentarse.
El viernes 9 de febrero, todo el país fue sacudido por una protesta de gran escala, que fue reprimida por las fuerzas de seguridad. Dispersaron la más mínima reunión lanzando gases lacrimógenos. Un estudiante de secundaria de 16 años fue asesinado mientras se manifestaba en el sur de Senegal, lo que eleva a tres el número de muertes en el país desde el inicio de la protesta.
El colectivo electoral Aar Sunu (“Protejamos nuestras elecciones”), que incluye a unos cuarenta grupos ciudadanos y religiosos y organizaciones profesionales, convocó una marcha el martes por la tarde en Dakar. Muchos políticos han expresado su intención de estar presentes en esta manifestación que promete ser una reunión crucial. Las autoridades no han dado señales hasta el momento de autorizar la marcha del martes.
Además, las ocho universidades públicas de Senegal iniciaron el lunes una huelga de dos días, seguida ampliamente por los profesores, para protestar por la muerte de un estudiante en el contexto de los disturbios del viernes en Saint-Louis. En un vídeo publicado en las redes sociales, académicos “exigen el restablecimiento inmediato del calendario electoral” y el respeto a los derechos humanos.