Las autoridades rusas declararon el jueves 10 de agosto «indeseable», lo que provocó su prohibición de facto, al grupo de investigación Conflict Intelligence Team (CIT), reconocido por sus investigaciones sobre las actividades del ejército ruso en todo el mundo.

La Fiscalía General de Rusia dijo que tomó esta decisión considerando que la CIT estaba participando en «campañas de propaganda antirrusa iniciadas desde el extranjero y destinadas a promover protestas e ideas destructivas».

“El objetivo principal de este grupo de pseudoperiodistas es recopilar y publicar información sobre las fuerzas armadas rusas, en particular, la información personal de los soldados rusos que luego se utilizó para desacreditarlos”, agrega la Fiscalía. El CIT, fundado en Rusia, surgió en 2014 al publicar investigaciones sobre las fuerzas rusas involucradas en el conflicto de Ucrania. Para sus investigaciones localiza y verifica información e imágenes publicadas en acceso libre en Internet. En particular, cubrió las actividades de las fuerzas rusas en Libia, Siria, la República Centroafricana, además de Ucrania.

En Rusia, los colaboradores de una organización “indeseable” incurren en graves procesos judiciales. El creador de CIT, Rouslan Leviev, que vive en Estados Unidos y está siendo procesado en Rusia por difundir «información falsa» sobre el ejército ruso, afirmó el jueves que todos sus empleados estaban fuera del país y, por lo tanto, estaban «más o menos seguros». Pero subrayó, durante un programa emitido en el canal de Youtube del periodista Alexander Plyuchchev, que esta prohibición suponía “graves riesgos” para los voluntarios del CIT que aún se encontraban en territorio ruso.

“Una parte (de nuestros voluntarios) está en Rusia, pero son anónimos, no tenemos una base de datos que sea posible hackear para filtrar sus nombres, tratamos de tomar todas las medidas para su seguridad”, aseguró. Desde la ofensiva del Kremlin contra Ucrania en febrero de 2022, las autoridades rusas han reprimido sin tregua a quienes se atreven a denunciar el conflicto.