La mujer que afirma haber sido secuestrada por su marido en Forbach, en Moselle, mantiene sus acusaciones, reveló el fiscal de Sarreguemines, Olivier Glady, durante una rueda de prensa este martes 8 de agosto. Sin embargo, descartó la tesis del secuestro, calificando una situación “inexistente”.
“La víctima fue escuchada largamente por los servicios de la brigada criminal de la policía judicial de Metz”, indicó este martes al final de la tarde Olivier Glady, para quien la “situación de secuestro” denunciada es una “realidad inexistente”. «. Las pesquisas revelaron que la mujer, que estaría «afectada por patologías inflamatorias de tipo reumatológico» acompañadas de «alergias», no pudo moverse durante varios meses debido a un empeoramiento de su estado de salud. Haría responsable a su esposo de su estado de salud, mientras que ella también sufre de alopecia. Tenía acceso a un televisor, una computadora y un teléfono, y su esposo se encargaba de su gel de baño, según Olivier Glady.
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“No se encontraron salpicaduras de sangre ni fracturas” en la mujer, dijo el fiscal. “Ningún rastro ginecológico permite sospechar relaciones sexuales forzadas e incluso consentidas”, dijo también. Se está realizando un peritaje psiquiátrico de la mujer.
La pareja, casada desde 2001, «gira en torno a la situación de enfermedad de la señora», según el fiscal. Una enfermedad que no estaba cubierta: la pareja no está registrada en la Caja del Seguro Primario de Salud (Cpam). El marido justificó esta falta de seguimiento médico por temor al «costo incurrido», la barrera del idioma, la falta de habla francesa de la pareja y las «vergüenzas administrativas». «El pavor criminal se ha alejado para revelar el desorden social», según el fiscal.
La mujer había sido descubierta el lunes por la mañana por la policía, demacrada y semidesnuda, en un piso del centro de Forbach que ocupaba con su marido. Ella había llamado la noche anterior a «una asociación alemana para la protección de las víctimas que llamó a la policía en Wiesbaden», indicó a la AFP esta última que luego se puso en contacto con la policía francesa. El lunes, los primeros elementos de fuentes policiales sugirieron un escenario de secuestro con violencia, pero durante una conferencia de prensa, Olivier Glady se había mostrado muy cauteloso y ya evocaba «condiciones para cuidar una enfermedad insatisfactoria». También había negado varios elementos, como la existencia en el apartamento de un banco de tortura o un libro de abusos. Lo mismo con respecto a la habitación con mosquiteros donde fue encontrada: según el fiscal, el mosquitero claramente sirvió «para evitar» que los diez gatos que vivían en el apartamento de la pareja se escaparan.