La solución al transporte de cereales ucranianos en el Mar Negro “depende de los países occidentales que deben cumplir sus promesas”, estimó la noche del martes 7 de agosto el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
“Creo que se puede encontrar una solución”, agregó, en referencia a su reciente conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien se negó a prorrogar el acuerdo, del que Turquía y la ONU eran garantes, que expiró el 17 de julio.
“La semana pasada, durante nuestra conversación telefónica con el señor Putin, nos enteramos de los requerimientos de Rusia”, dijo el jefe de Estado sin más detalles, antes de la conferencia de embajadores en Ankara.
“La solución a este problema depende de que los países occidentales cumplan sus promesas. No se han dado los pasos que habrían convertido el ambiente positivo creado por la Iniciativa del Mar Negro en un alto el fuego y luego en un acuerdo de paz duradero”, acusó.
Rusia exigió, en particular, la eliminación de los obstáculos, vinculados a las sanciones occidentales, a la exportación de sus propios productos agrícolas, en particular los fertilizantes.
“Nuestra posición aquí es clara”, insistió Erdogan, quien la semana pasada pidió a Putin que “evite una escalada”: “Si la guerra se extiende al Mar Negro, será un desastre para nuestra región”.