El anuncio pasaría casi desapercibido, en pleno verano. Con fecha del 4 de agosto, un decreto de deportación publicado en el diario oficial establece una distancia entre Bruno Le Maire y el grupo ADP. “El ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital no tiene conocimiento de actos de ningún tipo relacionados con el grupo ADP”, indica sobriamente el texto. Estos temas serán manejados por la “primera ministra”, Élisabeth Borne, agrega el decreto.

Esta publicación puede sorprender, ya que el grupo ADP gestiona, en particular, los aeropuertos parisinos de Le Bourget, Charles de Gaulle y Orly. Plataformas estratégicas para el país. El futuro de la empresa también estaba en manos de Bercy, con motivo de la privatización de Aéroports de Paris, buscada por el ejecutivo ante la pandemia de la Covid-19. Pero este giro se explica por motivos personales, indica el entorno de Bruno Le Maire.

De hecho, el objetivo es evitar el riesgo de conflictos de intereses, mientras que la hermana del jefe de Bercy se casará con el líder del grupo ADP, Augustin de Romanet. Por lo tanto, la deportación permitirá a Bruno Le Maire evitar posibles acusaciones sobre la actividad de su futuro cuñado. Se trata de un “procedimiento habitual, en cuanto hay lazos familiares entre el ministro” y el director general, se dice.

Bruno Le Maire no es el único miembro del gobierno sujeto a tales disposiciones: desde 2022, varios ministros ya han tenido que desviarse de los temas, para evitar cualquier riesgo de conflicto de intereses. Por lo tanto, la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, no puede tratar asuntos relacionados con tres empresas, incluida Perenco. Asimismo, la comitiva del Ministro de Salud indicó que Aurélien Rousseau “Se deportará sobre cualquier decisión que afecte directa o indirectamente la situación profesional de su cónyuge”, Marguerite Cazeneuve, número dos del Seguro de Salud.