Seis miembros de las fuerzas del régimen sirio murieron el domingo 6 de agosto en ataques de combatientes yihadistas en el noroeste del país, dijo una ONG. Los ataques se produjeron contra posiciones del gobierno en la provincia de Latakia, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Seis miembros de las fuerzas del régimen, incluidos dos oficiales, murieron y otros dos resultaron heridos” en tres ataques del grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), la antigua rama siria de la red Al-Qaeda, y facciones aliadas, dijo este ONG con sede en Reino Unido pero que cuenta con una extensa red de fuentes en el país. Las autoridades sirias no informaron de inmediato de estos ataques.
Estallada en 2011 tras la represión de las protestas antigubernamentales, la guerra en Siria se ha cobrado casi medio millón de vidas, ha desplazado a millones de personas, ha devastado la infraestructura y fragmentado el país. El último foco de oposición armada al régimen se extiende por gran parte de la provincia de Idleb (noroeste) así como territorios vecinos en las provincias de Alepo, Hama y Latakia.
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HTS es el principal grupo activo en estos territorios, donde también hay otras facciones rebeldes menos influyentes, apoyadas en mayor o menor medida por Turquía. Esta región está sujeta desde marzo de 2020 a un alto el fuego, negociado por Rusia, aliado de Damasco, y Turquía, y que en general se respeta.
Este sábado, tres civiles, incluido un niño, murieron y otros seis resultaron heridos en ataques aéreos rusos cerca de la ciudad de Idlib, según la OSDH. La ONG aclaró el domingo que estos ataques tenían como objetivo una antigua base del HTS, que los yihadistas habían abandonado varias semanas antes.
