Este es un nuevo drama para la policía nacional. Un policía se suicidó el martes 1 de agosto en su habitación de hotel en Béthune, en Pas-de-Calais, según supo Le Figaro de una fuente policial. El agente estaba destinado en la comisaría de Valence (Drôme) desde hacía unos dos años. Era del norte de Francia.

La víctima era un general de brigada, recién ascendido a mayor, de unos cincuenta años. Habría usado su arma reglamentaria para suicidarse. Se ha abierto una investigación para determinar las circunstancias exactas de la tragedia.

“Todos los compañeros están impactados. Ya tuvimos un suicidio en junio en una comisaría de Drôme”, dice un dirigente sindical del departamento. “Es muy complicado para todos, estamos atónitos, fue muy apreciado por todos”, continúa. Se abrió una celda psicológica para acompañar a los compañeros de la víctima.

“Hay que poner los medios económicos en recursos humanos (psicólogos, médicos del trabajo) para poder tener un mejor apoyo y apoyo real” para evitar nuevas tragedias, dice la misma fuente policial. “Hoy son tan pocos que hay una forma de deshumanización”, concluye.

Este es el tercer suicidio en la policía nacional en pocos días. Un policía del CRS 13 con base en Saint-Brieuc (Côtes d’Armor) se suicidó el viernes 28 de julio, así como un miembro de la brigada anticrimen en Soissons (Aisne) el domingo 30 de julio. Desde principios de año al menos 15 policías nacionales se han suicidado, según cifras de los distintos sindicatos policiales.