Una secuencia que pondrá una pieza en la máquina anti-Marco Verratti. El centrocampista italiano, que según varias fuentes ha pactado con el club saudí Al-Hilal un contrato de tres años, se ha conformado con migajas en el Paris SG desde el inicio de la preparación estival en el tiempo de juego. En los cuatro partidos de preparación, antes del encuentro del jueves en Corea del Sur, la Transalpina se toma sus apuros con paciencia.

Cuál es la razón ? ¿Su estado contractual? No necesariamente. Según L’Equipe, el joven de 30 años regresó de sus vacaciones con «una cintura lejos de los estándares requeridos». En otras palabras, con kilos de más. Cosa que no gustó a Luis Enrique, que no duda en dejarle en el banquillo, prefiriendo a otros elementos como Zaire-Emery, Ugarte o incluso Soler y Ruiz.

Entrado en juego poco después de la hora de juego ante Al Nassr y Osaka, Verratti no se movió del banquillo de suplentes ante Le Havre o ante el Inter de Milán. Una forma de que el nuevo personal imponga sus ideas y ponga a todos al mismo nivel. El jugador más talentoso del mediocampo parisino, el ex mediocampista de Pescara siempre ha tenido dificultades para ser serio en su enfoque de la profesión, en particular por su apetito por la vida y la vida nocturna parisina.

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Situación que molestó notablemente internamente la temporada pasada y por la que, tras once temporadas en la capital, Marco Verratti ya no es del todo intransferible. Siempre que pague el precio. Habrá que ver qué opina Luis Enrique sobre el internacional italiano, que necesariamente le lleva poniendo a prueba desde su llegada. Al 100% de sus medios, ningún otro centrocampista parisino puede competir con él. Pero qué decir de su estado de forma y su seriedad a lo largo de la temporada… Condición necesaria para su mantenimiento en la plantilla de los campeones de Francia.