Un policía de 55 años acabó con su vida el viernes 28 de julio en el instituto Cantau de Anglet (Pirineos Atlánticos). El hombre de 50 años fue contratado como CRS (empresa de seguridad republicana, nota del editor) en la empresa CRS 13 de Saint-Brieuc (Côtes-d’Armor), actualmente asignada a la seguridad de las vacaciones de Bayona.

El funcionario se suicidó antes de asumir el cargo, detalla un comunicado de prensa de la prefectura de Pyrénées-Atlantiques. Usó su arma de servicio, especifica France Bleu.

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“A raíz de esta tragedia, se activó una unidad psicológica y la empresa (la CRS 13, nota del editor) fue relevada de su servicio por la noche”, indica la nota de prensa.

Según France Bleu, los policías de esta compañía deberían regresar pronto a Bretaña y ser reemplazados por dos medias compañías.

Los suicidios en la policía nacional siguen siendo una verdadera lacra. 46 policías terminaron con su vida en 2022, en comparación con 35 en 2021 y 32 en 2020.